jueves, 26 de noviembre de 2009

Enfermedades de transmisión sexual afectan cada vez más a las adolescentes

Un informe realizado en los EEUU acerca de las relaciones sexuales en la adolescencia señaló la necesidad de informar desde pequeños a los jóvenes para evitar complicaciones. La infección por virus del HPV y clamidia, entre las más frecuentes
"Hasta una de cada cuatro adolescentes norteamericanas sufrió una enfermedad de transmisión sexual (ETS). Muchas de ellas inclusive resultan infectadas tras haber tenido apenas su primer encuentro sexual".

Ésta es una de las principales conclusiones de un informe realizado y presentado en el mencionado país, por profesionales de la división de Prevención de ETS de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC en idioma inglés).

Las chicas tienen alto riesgo de enfermarse tras su primera relación
"Las cifras nos hacen pensar y dar cuenta de que estamos frente a un problema que no podemos ignorar. La salud sexual es una importante parte del bienestar general de los adolescentes. Padres e hijos tenemos que acercarnos para poder superar esto", sostuvo, tal como consta en los resultados de la experiencia publicados en Pediatrics, la doctora Sami Gottlieb de la mencionada institución.

Para el análisis, el equipo de la doctora Gottlieb recolectó datos de 838 adolescentes de entre 14 y 19 años, en busca de indicios de infecciones por virus del papiloma humano (HPV) o afecciones como la gonorrea, la clamidia, o el herpes simplex.

Al considerar los resultados, hallaron que el 24,1% tenía una ETS, mientas que esa cifra ascendía al 37,7% en aquellas que ya habían tenido una experiencia sexual. Las enfermedades más comunes fueron la infección por HPV (18,3%) y la clamidia (3,9%).

"Lo llamativo es que como máximo un año después de haber tenido su primera experiencia sexual -y teniendo una sola pareja en su haber- el 19,2% de las adolescentes había enfrentado ya una ETS. Es ahí cuando caemos en la cuenta de lo importante que es preparar a las chicas e informarlas", afirmó Gottlieb.

"Esto quiere decir que al entrar en la adolescencia, las niñas deberían asistir al ginecólogo para escuchar de boca de un profesional cuáles son los riesgos de tener una vida sexual activa sin tener información. También será el médico el encargado de explicarles la necesidad de realizarse controles periódicos e indicarles cómo utilizar anticonceptivos de barrera que no sólo ayudan a prevenir embarazos no deseados, sino que también disminuyen el riesgo de padecer este tipo de patologías".

"Considero que dar información no alentará las conductas sexuales en la niñez y adolescencia -algo que, como vemos, es una realidad actualmente- aunque sí contribuirá a disminuir los daños a futuro pues muchas de las patologías que se presentan a nivel genital, si no son tratadas, con el tiempo pueden provocar complicaciones entre las que se cuenta la infertilidad", agregó al especialista.

"Finalmente -consignó la doctora Gottlieb en las conclusiones del trabajo que lideró- contamos con herramientas de inmunización que también pueden ayudarnos a disminuir el contagio de enfermedades".

La situación local
Para conocer un poco más la realidad del país, reflejada y tomando como punto de partida los datos del estudio norteamericano, Pro-Salud News consultó al doctor Sergio Provenzano, profesor, jefe de la División de Ginecología del Hospital de Clínicas José de San Martín, quien expresó: "En la Argentina, las cifras de incidencia de ETS son similares a las de otras partes del mundo, sobre todo cuando hablamos de países desarrollados. Eso, al menos, es lo que vemos en la Ciudad de Buenos Aires porque, tal como ocurre con otras especialidades, al mirar el interior del país, o simplemente pasar la avenida General Paz, la situación cambia".

"Lo que se modifica es la posibilidad de acceder a información y herramientas preventivas, a un diagnóstico precoz o, simplemente, llegar al centro de salud. Por ejemplo, en ciertas comunidades cerradas de la provincia de La Pampa, la incidencia del cáncer de cuello uterino por infección de HPV es altísima", refirió Provenzano y contó que próximamente su equipo estará realizando un trabajo de campo en Entre Ríos, a partir del cual a 3.500 mujeres se realizarán estudios para detectar patologías de cuello uterino, de aparato genital inferior y de mamas.

"Probablemente esa incursión médica sea la primera que realicen luego de cinco años. Entonces, lo que tenemos que hacer es tratar de modificar un poco aquello que ya forma parte de la idiosincrasia de la gente del interior: la falta de costumbre respecto a la realización de estudios de rutina y controles. No obstante, desde lo médico es importante que trabajemos para formar, capacitar y mejorar el nivel de atención de los centros primarios de salud, que es a lo primero que se llega. De esa manera, si logramos que los médicos estén capacitados para advertir problemas y diagnosticar, estaríamos avanzando", concluyó el especialista local.
Fuente:infobae.com

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