domingo, 14 de febrero de 2010

El dilema de la fertilización asistida

Estos métodos se aplican desde hace más de 20 años, pero en el país no existe ningún marco regulatorio / Córdoba tiene una ley que prohíbe estas prácticas y otra que obliga a Apross a cubrir los tratamientos de sus afiliados.

¿Es posible que una joven cuyo marido falleció a causa de un cáncer pueda tener hijos de ese hombre a partir de los espermatozoides que él decidió criopreservar (congelar) antes de someterse a un tratamiento para curar su enfermedad? Parece complicado, y hasta extravagante, pero es posible.

Los avances científicos lograron que esto pueda llevarse a cabo gracias a técnicas como la fertilización in vitro (FIV). Sin embargo, en Córdoba no se aplica una FIV para este caso.

¿El motivo? En Argentina no existe una ley de medicina reproductiva y los especialistas sostienen que hay límites que no se pueden traspasar.

"Los médicos nos guiamos por nuestra ética y por las normas de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (Samer). Pero los argentinos nos debemos una ley, porque los problemas de fertilidad afectan a un gran porcentaje de la población y cualquier persona puede necesitar de la ayuda de la ciencia para poder concebir", dice César Sánchez Sarmiento, director médico de Nascentis, uno de los dos centros de medicina reproductiva de Córdoba avalados por la Samer.

"Desde hace más de 20 años, Argentina es pionera en Latinoamérica en la introducción de la medicina reproductiva y cuenta con especialistas reconocidos en todo el mundo, pero estamos atrasados en la legislación. Los resultados de los tratamientos, así como nuestro marco regulatorio, están dictados por normativas de las sociedades científicas", explica Eduardo Lombardi, vicepresidente de Samer.

En este sentido, en 2008, esta institución presentó a la cámara de Diputados de la Nación un proyecto de ley que se sumó a una treintena que ya existía.

"Nos hemos reunido reiteradas veces con los diputados dentro del marco de la Comisión de Salud, y mostraron sumo interés en la información que les proporcionamos", cuenta Lomabardi. Sin embargo, la ley está en espera y la cantidad de tratamientos avanza.

Se calcula que alrededor del 15 por ciento de la población tiene problemas de infertilidad y que ya son más de 20 mil los bebés nacidos en Argentina gracias a la fertilización in vitro.

¿Córdoba avanzó? La ley provincial 6222, en su artículo 7, prohíbe a los profesionales de la salud "realizar, colaborar, propiciar o inducir la práctica de inseminación artificial o propagación de la vida por otros medios no naturales". Esta ley fue sancionada el 17 de noviembre de 1978, el mismo año que nacía, en Inglaterra, el primer bebé de probeta.

Tres décadas después, a fines de 2009, la Legislatura provincial aprobó una ley que obliga a la obra social Apross a cubrir tratamientos de fertilidad asistida a sus afiliados.

La nueva normativa no admite la cobertura para parejas que necesiten de la donación de óvulos o espermatozoides, tratamiento que se aplica en un gran porcentaje de casos, porque la mayoría de las causas de infertilidad radican en la mala calidad o cantidad de esas gametas.

La situación parece confusa, porque mientras una ley provincial que tiene más de 30 años prohíbe el nacimiento de un ser humano a partir de inseminación artificial, miles de niños llegan al mundo con la ayuda de la ciencia y Córdoba se convierte en la primera provincia en obligar a la obra social del Estado a hacerse cargo de la atención de sus afiliados infértiles.

¿Hay contradicción? ¿Estamos atrasados? ¿La nueva ley tiene cierta fragilidad?

Armando Andruet, vocal del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba y especialista en bioética, explicó que la ley 6222 perdió vigencia porque no hay aplicación. "No conozco ningún fiscal que haya hecho alguna intervención relacionada con ella", dijo.

En este sentido, opinó que en Argentina "existe un vacío legal y urge una normativa correcta" que contemple las necesidades de las personas que desean tener un hijo y no pueden lograrlo, y las de la comunidad médica, que trabaja sin una norma.

El magistrado sostiene que el país está muy cerca de discutir una ley, y recalcó la importancia de hacerlo "con seriedad y responsabilidad".

¿Qué viene? Hasta hace poco tiempo, cuando una pareja no podía concebir, sólo le quedaba la opción de recurrir a la Justicia para iniciar los trámites de adopción. Como máximo, podía someterse a un estudio para confirmar que cualquier esperanza sería vana.

Hoy, la ciencia consiguió que el término infertilidad casi no exista para los médicos que se dedican a la medicina reproductiva, porque consideran que la mayoría de las parejas con problemas para concebir tiene menos probabilidad de lograrlo (pero no nulas), por lo tanto no son infértiles, sino subfértiles.

La medicina reproductiva está instalada en el país. Hay quienes la defienden y quienes se oponen, pero no hay nada ni nadie que le marque los límites, que le indique cuál es el camino a seguir.

Porcentajes
15 por ciento es la cifra de argentinos que tiene problemas de subfertilidad. Las causas son femeninas en un 40 por ciento, masculinas en otro 40, y en el 20 por ciento restante son combinadas.

Más de 20 mil
Es el número de bebés nacidos en Argentina gracias a la fertilización in vitro, según distintas fuentes de información.

Nuestro país es considerado como el pionero en Latinoamérica en lo que hace a la aplicación de técnicas de fertilización asistida.
Romina Martoglio
rmartoglio@lavozdelinterior.com.ar

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