martes, 9 de febrero de 2010

«El cáncer hace aflorar sentimientos y el hospital es un mundo hostil»

María Antonia Delgado Calleja es voluntaria desde hace catorce años. El jueves estuvo en el Colegio de Médicos para participar en el homenaje que la Asociación contra el Cáncer hizo al voluntariado del Hospital.

-”¿Por qué se hizo voluntaria?

-”Porque fui paciente oncológica. Estoy operada de un cáncer de estómago desde hace diecisiete años, la calidad de vida no es muy buena, pero afortunadamente estoy aquí. Recién operada me dí cuenta de que tenía que estar al lado del enfermo y busqué en otras asociaciones, pero pensé que tenía que ser el enfermo oncológico. Me presenté en la asociación e hice un cursillo de voluntariado. Subí al Hospital y estoy muy contenta, feliz y realizada.

-”¿Cuántas horas dedica a la semana al voluntariado del Hospital?

-”Cuatro horas a la semana. Es un voluntariado duro y no conviene ir más veces, pero estamos siempre disponibles. Tenemos hechos cursillos para cuidados paliativos, para asistir a mujeres mastectomizadas, para asistencia a domicilio. Hay un grupo de voluntarias mastectomizadas, pero todas sabemos colocar las prótesis, consolarlas y animarlas. Cuando los enfermos me dicen: «usted no sabe lo que es ésto», yo les contesto, «¡cómo no lo voy a saber y mírame cómo estoy!».

-”Usted dice que tiene peor calidad de vida, pero su aspecto es estupendo.

-”Tuve una calidad de vida muy mala hasta hace cuatro años. El cáncer te deja secuelas con las que tienes que aprender a convivir porque hay que luchar.

-”Su experiencia es la de un mensaje positivo para las personas que están pasando ahora por ese trance de lucha.

-”Efectivamente, cuando me ven con esta vitalidad, que estoy tan bien, con ganas de arreglarme y de pintarme y de ir al hospital, que es duro, con momentos malos.

-”Cuando le dieron el diagnóstico cáncer no existía todavía el voluntariado del Hospital ¿qué echó en falta entonces?

-”El enfermo oncológico está muy acompañado siempre por la familia, es un enfermo muy querido, pero nos hace falta ayuda psicológica. El cáncer es una enfermedad física, psíquica y social. Yo noté que me faltaba algo. Quedas un poco tocada, con crisis de ansiedad, las personas propensas sufren depresiones. El que diga que se vive como antes no es así.

-”¿Es una superación diaria?

-”Sí, y el estar muy acompañada y querida. El voluntariado somos una familia grande, nos apoyamos. Si hablaran las pareces del despacho, donde comentamos todas nuestras penas y alegrías, y eso ayuda mucho. El voluntariado no llega todavía a cirugía porque el enfermo o la familia no quiere. Nosotros entramos a hacer nuestro trabajo cuando el enfermo está diagnosticado y con tratamiento. Pero en el servicio de cirugía es cuando se encuentra más desamparada la familia y el paciente porque no saben por dónde tirar. Nosotros ya somos muy conocidas. La Gerencia se porta muy bien con nosotras.

-”Si hubiese que mejorar algo ¿qué propondría para ampliar?

-”Que todos los enfermos oncológicos se pongan en contacto con nosotros. Existe en la familia la conspiración del silencio porque no quieren que el paciente se entere de su enfermedad.

-”¿Cuál es el perfil del voluntariado?

-”Algunas han sufrido la enfermedad pero todas han tenido una cierta relación con ella en la familia o amistad cercana. Lo más raro es que alguien se acerque sin conocer el cáncer. Este voluntariado tiene algo especial. Se nace voluntaria.

-”¿Que diría a las personas para que se animen a trabajar como voluntarias?

-”Es una labor gratificante. Llegamos al Hospital con alegría, dejamos nuestros problemas en la puerta, y cuando salimos todas decimos: ¡Dios mío, pero de qué me quejaré yo!. El enfermo te ayuda muchísimo. Cuando estás malo afloran todos los sentimientos, con una calidad humana impresionante y el hospital es un mundo duro, hostil.

Fuente: diariodeleon.es

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