viernes, 18 de junio de 2010

Reflexiones

La Vasija Rota
Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaban de los extremos de un palo y llevaba encima de sus hombros.
Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua.
Soportaba todo el camino a pie desde el arroyo hasta la casa de su patrón; pero cuando llegaba la vasija rota sólo tenía la mitad del agua
Esto fue así diariamente durante años. Desde luego, la vasija perfecta estaba orgullosa de sus logros pues se sabía perfecta para lo que había sido creada, pero la vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque sólo podía hacer la mitad de lo que se suponía que era su obligación.
Después de dos años la tinaja que perdía le habló al aguatero diciéndole así: “Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo puedo entregar la mitad de mi carga
Y solo obtienes la mitad del valor que deberías recibir”.
El aguatero le dijo compasivamente: “Cuando regresemos a la casa, quiero que te fijes en las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino”.
Así lo hizo la tinaja, y en efecto vio muchísimas flores a lo largo del camino, pero de todos modos se sintió apenada porque al final solo quedaba dentro de si la mitad del agua que debía llevar
El aguatero le dijo entonces: “¿Te diste cuenta que las flores solo crecen de tu lado del camino?
Sembré semillas de flores a lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado durante dos años. Yo he podido recoger esas flores para decorar el altar de Dios; si no fueras exactamente como eres, con tus defectos, no hubiera sido posible crear esa belleza para Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión nos interesa, dejá tel y mail

Archivo del blog