sábado, 3 de julio de 2010

“sobreviviente” del Linfoma


SOY MAMÁ DE…

Soy la Mamá de una “sobreviviente” del Linfoma.
Tal como a ella le gusta definirse.
La situación nos encontró a fines de noviembre del 2006, con la guardia baja y sin sospechar, siquiera la magnitud de lo que “se nos venía encima”. Debo confesar que “algo” me inquietaba desde algún tiempo atrás con respecto a esa hija, “algo” tan inespecífico y vago que era imposible de precisar.
Finalmente estalló con la crudeza de un tsunami y de un día para otro nos vimos inmersos en la vorágine de una internación, con un diagnóstico probable de linfoma, multiplicidad de estudios, todos de urgencia, y un tumor que avanzaba día a día, sin dar tregua. Los médicos, impecables e implacables en su búsqueda intentaban definir clase, tipo y DNI de ser posible del tumor. Finalmente 17 días después, aún internada recibió la primera quimio. El oncólogo que la atendía, lo primero que le prometió fue decirle siempre la verdad… Ante una pregunta suya :- Dr: qué expectativas tengo?- él respondió: - Sin tratamiento… terribles. Con tratamiento, podemos empezar a hablar.-
Era el 17 de diciembre cuando por primera vez regresábamos a casa, tratando de encontrar quizás algo de aquél tiempo perdido de calma y tranquilidad.
Las quimio se sucedían cada 20 días. Después de la segunda se advirtió una disminución en el tamaño del tumor… ¡Vamos por el buen camino!!!
En los primeros días de febrero… una infección pulmonar puso en riesgo su vida y ¡ otra internación!.
¡Salimos adelante!!! Y con buenas noticias además ya que renovados todos los estudios el tumor no se detectaba… SE HABÍA LICUADO.
Festejamos, con cautela… el oncólogo nos había anticipado:- el tumor no está… pero…¿sabemos si las células se han eliminado en su totalidad? No habrá alguna, cansada, apaleada o quizás chamuscada por la quimio que, mañana reflota y nos da otro susto?-
Seguimos con la quimio y el día de su cumpleaños Nº 37 recibimos el informe del hospital donde decía “en remisión”. Festejamos otra vez.
Ahora ya sabíamos que, si bien todo estaba bien, aún no habíamos terminado.
El reaseguro ante su situación era un transplante de médula.
Y esa es otra parte de la historia, fue un transplante “autólogo”, es decir GRACIAS A DIOS no necesitamos donante porque sus propias células Madre (CPH) habían sido criopreservadas y luego de otra quimio, nuevamente internada y ahora en un ambiente de esterilización, asepsia y aislamiento procedieron a transplantarla hasta que la buena noticia de su NUEVA VIDA nos invadió.
Regresó a casa para las fiestas de mayo.

Así contado… parece frío e impersonal. Es una apretada secuencia de hechos que no involucran sentimientos…
Hubo MIEDO. INSEGURIDAD. DOLOR. IMPOTENCIA. ANSIEDAD. ANGUSTIA

Pero por sobre todas las cosas hubo FE, ESPERANZA y MUUUUUCHO pero MUUUUUCHO AMOR.
FE en DIOS, en su infinito AMOR y comprensión. (SEÑOR, en tus manos me pongo!)
ESPERANZA por la recuperación ante la adversidad, y confianza en la sapiencia de los “instrumentos” de DIOS llamados doctores que atendían a la enferma.
AMOR de familia, de amigos, de compañeros, de conocidos y no conocidos… de todos los que, conociendo el momento por el que estábamos pasando, formaron un círculo protector alrededor nuestro y nos contuvieron. Formaron un “nido” tibio y consolador. No tendremos suficiente vida para agradecer tanta bendición.
Hoy nos encontramos sanos y más unidos que nunca. Hemos crecido, madurado… sentimos que tenemos una deuda y queremos apostar a LA VIDA .
Por eso cada uno desde su lugar se compromete con ello. Yo Mamá de una sobreviviente del Linfoma, unida como voluntaria a la gente de RENACER, que tanto y tanto trabaja para ayudar y contener a los enfermos y sus familiares, los convoco a DONAR SANGRE e incorporarse al REGISTRO NACIONAL DE DONANTES DE CPH (células progenitoras hematopoyéticas o células madre).

DONAR SANGRE ES DONAR VIDA

Un minuto de tu vida representa LA VIDA de un enfermo

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