martes, 20 de octubre de 2009

El cáncer de la POBREZA Revista Mia


Salud femenina
El cáncer de la POBREZA
Apenas la mitad de las argentinas se ha hecho un Pap en su vida. Mientras tanto, se esperan 5.000 casos de cáncer de cuello uterino por año y 2000 muertes que no deberían ser.

El cáncer de cuello de útero avanza en América Latina y se hace fuerte en las zonas de mayores carencias socioculturales de nuestro país, donde provoca más muertes que el cáncer de mama. El 99,5 % de los casos son causados por un virus, el HPV, virus del papiloma humano, que en sí mismo es un desafío para los médicos.
La detección puede hacerse sólo con controles periódicos, Pap y Colposcopía, dos básicos de la prevención en ginecología. Pero sólo el 51% de las argentinas se los han hecho una vez en su vida.
En nuestro país, las campañas para estimular a las mujeres a hacerse chequeos ginecológicos son efectivas en las mujeres con más recursos. Pero no llegan a las capas sociales donde el HPV es dueño y señor, por razones que van desde la cultura a la dificultad de acceder a la atención de la salud, hambre, indigencia, o ignorancia.

Un enemigo entre las sábanas
El virus papiloma humano causa la infección por transmisión sexual más común en el mundo: en una abrumadora mayoría de casos, el contagio se produce durante la relación sexual sin protección, el sexo oral y el anal.
Algunos tipos de este virus, llamados de bajo riesgo, causan verrugas genitales molestas pero benignas. Hay trece tipos de alto riesgo, que son causa de diferentes clases de cáncer. A su vez ,entre ellos hay dos ( el 16 y el 18) que se relacionan, ya sin dudas, con el cáncer de cuello de útero. El tipo 16 produce el 55% de los casos.
Las lesiones que producen los de bajo riesgo – verrugas en la zona genital – se pueden ver a veces muy fácilmente y llevan a consulta médica. Pero las lesiones de los tipos de alto riesgo son prácticamente invisibles al ojo no entrenado.
Las cifras del HPV son impactantes. 5 de cada 10 hombres estará infectado con HPV de alto riesgo a lo largo de su vida. Ellos rara vez tienen síntomas pero son vectores ( transmisores que no se enferman) por lo que contagian a sus esposas o parejas eventuales.
EL HPV es muy contagioso: 2 de cada 3 personas que tengan contacto sexual con una persona con HPV desarrollarán una infección en los siguientes 3 meses, según la OMS. El uso del preservativo sólo reduce hasta un 70% el riesgo de contagio, porque éste también puede darse en las mucosas orales, anales, etc. En Argentina, 2 de cada 10 mujeres están infectadas sin saberlo. Y el 17% de las mujeres entre 15 y 65 años lo está con una cepa de HPV de alto riesgo.
Desde que se contagia, este virus tarda años - a veces hasta 10 – en mostrar su cara siniestra. La primera lesión, que los médicos llaman SIL de alto grado, CIN o carcinoma in situ, precede al cáncer cervical. Aparece en el cuello del útero, es visible sólo con la colposcopía. Es apenas una mancha, un cambio de color del tejido. En este estado, es perfectamente tratable y curable.
Se calcula que hay unas veinte mil mujeres argentinas por año que ya padecen esta lesión precancerosa. Si van al médico y se hacen un chequeo, se salvan, siguen su vida.
Así y todo, hay 2000 muertes certificadas debido al cáncer cervical, y 5.000 nuevos cánceres diagnosticados por año. Esto es decir miles de mujeres que nunca llegaron a tiempo a la consulta.

La condena
En el año 2005, en la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, se realizó un perfil social de las mujeres que no se hicieron un Pap en los últimos dos años, entre encuestadas de 35 y 64 años.
Se concluyó que la falta de instrucción, la falta de pareja ( y en consecuencia la multiplicidad de ellas), la cobertura médica dependiente del sistema público de salud, las necesidades básicas insatisfechas y no usar métodos anticonceptivos estaban sin duda relacionados con la falta de conductas de prevención.
Tambien se encontraron índices altos entre estas mujeres cuyo lugar de residencia estaba en el Noroeste y el Noreste del país, y Cuyo. En el mapa argentino, según estadísticas médicas de los años 2004 al 2006, la provincia de Misiones ostenta el poco horonable primer lugar en el ránking con 17,6 muertes por cáncer de cuello de útero cada 100.000 mujeres. Le siguen Salta, Formosa, Chaco, Jujuy, Santa Cruz y Santiago del Estero.
¿Por qué? Porque el hilo se corta en su punto más débil: la mujer joven, sin educación, madre múltiple, pobre, que no tiene pareja estable o cuya pareja es trabajador golondrina, que no siempre le será fiel en sus permanentes giras siguiendo las cosechas. En este grupo de mujeres encontramos un combo que mata. No saben que se tienen que cuidar y por su manera de vivir tienen más chances de contagiarse.
En el extremo de la pobreza están las más perjudicadas. Mujeres que nacen, viven y mueren sin haber ido más de una o dos veces al médico, porque el hospital está muy lejos, o porque se curan con lo que pueden. Muchas veces si se les acerca la atención primaria la usan para sus hijos pero no para ellas, porque en realidad, “mejor no enterarte de que estás enferma”.
El menor valor es de la Ciudad de Buenos Aires con 3,8 muertes. No por casualidad: hay más acceso a la educación y a la salud; a la vez, índices más bajos de pobreza. El promedio del país es de 7,2.

El papel del varón
En la Facultad de Medicina de la UBA se acaba de aprobar una nueva carrera: especialista en Enfermedades del Tracto Genital Inferior. Abarca a hombres y mujeres y se dedicará especialmente a la prevención y tratamiento de enfermedades que, como las causadas por el HPV en sus diferentes tipos, afectan a los dos géneros y requieren que se traten los dos... y hagan prevención los dos.
Los hombres transmiten el HPV a supareja sin saberlo,dejándola expuesta a sufrir una enfermedad que está directamente relacionada con el cáncer,. El HPV, además, se transmite más rápido de hombre a mujer que a la inversa. Se cita a menudo el “Caso Holanda”: en un estudio hecho en ese país, de las mujeres con lesiones precancerosas en el cuello del útero, el 70% de sus parejas masculinas tenía el HPV en el pene, obviamente, sin que se notara nada.
Porque cuando se trata de verrugas ( HPV de bajo riesgo), chicos y chicas van al médico: las lesiones son visibles y muchas veces molestas. Pero en el caso del HPV de alto riesgo, recordemos, la lesión es muy difícil de detectar.
Un dato que hoy traen los especialistas es que, como los tumores en la boca, la laringe y el ano, el cáncer de pene también está relacionado con el HPV, en un 50% de los casos. En Argentina se calcula que afecta a uno de cada 100.000 varones.
Hoy en día, no hay métodos de detección rutinarios de HPV para hombres: cuando a una mujer le diagnostican el virus de alto riesgo se investiga a la pareja, dado que si él sufre alguna condición que disminuya sus defensas ( por ejemplo, diabetes) su riesgo de enfermedad por HPV aumenta.
En parte, no se había insistido en los varones como transmisores del HPV hasta ahora, dado que en realidad, una enfermedad de transmisión sexual siempre genera situaciones ríspidas en una pareja. Sin embargo, la pregunta del millón , “¿Y cómo me contagié esto?”, parece ser hoy menos urticante, sobre todo en el grupo que menos sabe de HPV: los adolescentes.
Prevención, palabra clave
Los casos de HPV no dejan de crecer; para el año 2025, se calcula que en América Latina las muertes debido al cáncer de cuello uterino aumentarán entre un 71 y un 132% , de acuerdo con la franja de edades que se mire. Las mayores de 65 llevan la peor parte, por su tiempo de exposición sin protección suficiente y un sistema inmunológico en baja. Las más jóvenes, con más prevención, educación y vacuna a su alcance, podrán mantenerse a salvo.
La pobreza endémica y las crisis en la región son un factor de riesgo variable, ya que no podemos volver el tiempo atrás... pero sí sumar atención médica, educación y alimentación.
Hoy en día y aquí, la cuarta parte de las mujeres de 25 años está infectada con algún tipo de HPV. Por su parte, 3 de cada 4 adolescentes, chicos y chicas no saben ni qué es. Si bien el preservativo recibió mucha difusión por su función preventiva del contagio del HIV ( SIDA) , en el caso de este otro virus no es tan eficaz. La prevención primaria la hace la vacuna, que se usa en los dos sexos, desde los 9 años.
Pero la verdadera arma – por más accesible y por irreemplazable - es la detección precoz: iniciar los chequeos médicos apenas comienza la actividad sexual en la vida. El Pap y la Colposcopía están cubiertos por el Plan Médico Obligatorio y muy pronto, en el Hospital de Clínicas de Buenos Aires se pondrá en marcha el primer programa hospitalario de tamizaje y vacunación para HPV, con el apoyo del laboratorio Merck – fabricante de la vacuna cuadrivalente contra el HPV Gardasil.
Esta iniciativa, junto con la creación de una carrera médica que trate conjuntamente a la pareja en estas enfermedades apunta a que, más allá de las preguntas incómodas y las enseñanzas que hayamos recibido de nuestras madres y abuelas, salvemos la vida, frente a un cáncer que no debería matar a ninguna.

No espere un día para consultar si...

tiene flujo vaginal amarillento
sufre sangrado vaginal, aún cuando no esté menstruando
descubre verrugas genitales ( se pueden tener varios tipos de HPV juntos)
sufre sangrado durante o inmediatamente después de tener relaciones sexuales.
padece infecciones urinarias a repetición
tiene obstrucción en el flujo de orina o estreñimiento intenso y permanente.

Marisa Cortéz. Asesoramiento: Dr. Profesor Dr. Silvio Tatti, (Universidad de Buenos Aires), Presidente Electo de la Federación Internacional de Patología Cervical y Colposcopía. Profesor de Ginecología, División Ginecología, Hospital de Clínicas, UBA

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