EL AMOR PATERNAL DE DIOS SE OCUPA DE MI FAMILIA

EL AMOR PATERNAL DE DIOS SE OCUPA DE MI FAMILIA
por Mirtha L. de Ferrari

Hace muchos años había en la televisión un programa, los domingos al mediodía, que se llamaba “Los Campanelli”. La cortina musical que ponían durante todo el programa decía: “No hay nada más lindo que la familia unida, atada por los lazos del amor...” Ésta era una familia numerosa, en la que cada hijo tenía su historia, en la que los padres hacían de todo por mantener unidos a los hijos, que a su vez habían formado sus familias. Todos los domingos se reunían a comer tallarines y se producían discusiones de los hermanos entre sí, de los que estaban casados con sus cónyuges, de los padres con los hijos, de los hijos con los padres. Se armaba un gran revuelo hasta que, sentados a la mesa, el padre pegaba dos o tres gritos, y todos se callaban y comenzaban a comer en armonía, como si nada hubiera pasado.

Muchas veces soñamos con que nuestras relaciones familiares puedan desarrollarse de esta manera, en armonía. Muchas veces también tenemos ganas de pegar esos gritos “mágicos” que produzcan el cambio y de repente todo se solucione, pero no nos resulta tan fácil.

Todos los matrimonios, todas las familias pasan en algún momento por crisis, que pueden ser dificultades en la relación, problemas económicos, consecuencias de malas decisiones, hijos que se quieren independizar, hijos que no se quieren independizar, distintos enfoques para una misma situación, y podríamos seguir enumerando.

Como leímos en el pasaje, las parteras hebreas tuvieron que tomar una decisión: si hacer lo que se les ordenaba, o cumplir con el plan de Dios costara lo que costara. Ellas eligieron obedecer al Padre, y Él se ocupó de prosperar, de cuidar a sus familias.

Cuando atravieso por alguna crisis familiar y me empeño en buscar yo la solución, me resulta muy agotador, y no siempre la hallo. Pero cuando me dedico a obedecer a Dios y a estar en sus cosas, Él en su amor de Papá se ocupa de las mías, las prospera, y abre caminos donde yo ni me imagino
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