jueves, 14 de julio de 2011

COMBATIENDO CÁNCER CON CÁNCER

La Clínica Mayo encuentra uso prometedor para gen del cáncer de tiroides



De acuerdo a un estudio de la Mayo Clinic, un gen mutante que por mucho tiempo se consideró aceleraba el crecimiento de tumores en pacientes con cáncer de tiroides en realidad inhibe la proliferación de células malignas, lo cual es muy prometedor para nuevas terapias contra el cáncer. La Dra. Honey Reddi, investigadora de la Clínica Mayo , presentó estos hallazgos en el encuentro de la Sociedad Endocri=
nológica de Boston.


El descubrimiento de la Dra. Reddi podría tener amplias repercusiones en la investigación del cáncer y la endocrinología. Podría ayudar a que los oncólogos agilicen el diagnóstico de tipos específicos de cáncer de tiroides, y al mismo tiempo encaminar a los investigadores farmacéuticos hacia una terapeútica derivada de una proteína que en su momento se pensó alimentaba el crecimiento del tumor.
“No es un oncogén como todos creían”, dijo la Dra. Reddi al referirse a un gen con el potencial de causar cáncer. “Todos sabíamos lo que pasaba en el cultivo celular, pero dijimos ‘Eso no es suficiente’, entonces nos preguntamos ‘¿Qué efecto tendría en los ratones?’”.

El cáncer de tiroides es el sexto cáncer más común en el mundo, y un 15 a 20 por ciento de todos los casos de cáncer de tiroides son foliculares, un tipo que es más agresivo. Los hallazgos de la Dra. Reddi podrían ayudar con este diagnóstico y con el tratamiento de miles de pacientes.

El poder distinguir entre tipos de cáncer de tiroides benignos y malignos plantea un reto único para los oncólogos. Un diagnóstico preciso de cáncer folicular maligno no puede realizarse hasta extirpar el material canceroso. Esto ha llevado a innumerables cirugías innecesarias en pacientes con tumores de tiroides de tipo benigno. Los pacientes que ahora presentan crecimientos cancerosos no-papilares en células de la tiroides deben someterse a una cirugía para extirpar el tumor – aún si el cáncer es benigno.

La investigación de la Dra. Reddi encontró que la proteína de fusión PAX8/PPARy, la cual se desarrolló a partir de una fusión del gen mutado que se encontró en muchos carcinomas de tiroides folicular, actúa como un supresor del tumor al estimular la producción natural de microRNA-122 y PTEN, ambos se presentan en forma natural como agentes anti-tumor.

El PAX8/PPARy resulta de la translocación de material genético entre los cromosomas humanos 2 y 3. En estudios previos in vitro de la proteína PAX8/PPARy se encontró una rápida aceleración del crecimiento celular, lo cual condujó a los investigadores a la interpretación errónea de que el PAX8/PPAy actuaba como un oncogén, un tipo de gen mutado que estimula la propagación del tumor, indica la Dra. Reddi.

Los estudios de la Mayo Clinic en animales in vivo, muestran que el PAX8/PPARy incrementa la conocida proteína PTEN, al igual que la micro RNA-122, y probablemente favorece a otras moléculas naturales que combaten el cáncer.

El PAX8/PPARy no estimula la progresión del tumor cuando está expuesto a células cancerosas, indica la Dra. Reddi. Más bien, el rol que juega en la facilitación de otras moléculas anti-cancerígenas naturales sobrepasa en gran manera su rol en la propagación del tumor. Los tumores crecieron aproximadamente cuatro veces más despacio en ratones expuestos al gen PAX8/PPARy que en aquellos que no estuvieron expuestos a las cualidades combativas del cáncer de la proteína.

Entre los objetivos del equipo para futuras investigaciones está la identificación de otros marcadores similares al microRNA, los cuales podrían identificar una enfermedad benigna y obviar la necesidad de una cirugía inmediata e innecesaria.

En base a sus discusiones con los médicos de la Clínica Mayo, la Dra. Reddi dice: “Se presentan muchas complicaciones en las cirugías de tiroides, y el tener marcadores de detección temprana podría evitar miles de cirugías innecesarias cada año. Recién estamos empezando y nuestra atención está enfocada en un rápido traslado del laboratorio a la práctica.”

Otros miembros del equipo de estudio incluyen al Dr. Bryan McIver, el Dr. Norman Eberhardt, Pranathi Madde, Dragana Milosevic, la Dra. Alicia Algeciras-Schimnich, y el Dr. Stefan Grebe; todos de la Clínica Mayo. La traslación de esta investigación al ambiente clínico se está realizando en colaboración con el Dr. Grebe. El estudio se realizó con fondos de la Clínica Mayo, la Fraternal Order of Eagles, y el Instituto Nacional de Salud. El Emslander Career Development Award respaldó al Dr. McIver.

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