domingo, 26 de diciembre de 2010

Cuando el espíritu de las fiestas... no es tan festivo


Paz y felicidad, es lo que todos deseamos tener en esta temporada de fiestas. Sin embargo, las festividades de diciembre – valga la redundancia – no siempre son festivas. Para muchas personas, traen mucho estrés y hasta depresión. Si te encuentras en esta situación, aquí te damos algunos consejos para que puedas sobrevivir estas fiestas con menos estrés y sus consecuencias para tu salud.

Ya sea que celebres la Navidad o no, porque tus tradiciones sean diferentes, nadie se escapa al ambiente festivo de diciembre. Si no, simplemente sal a la calle y presta atención: todas las vitrinas están iluminadas y arregladas con Papá Noel o Santa Claus, las avenidas están adornadas con luces navideñas y en muchas casas, verás el árbol de Navidad.

Durante esta época también parece que tu agenda se llena de fiestas, compras, viajes, preparativos, cenas, invitados. O al contrario, tal vez es ahora cuando te sientas más solo/a porque no te gusta la temporada y prefieres escapar de las multitudes que se aglomeran en los centros comerciales. Puede ser que también sea la época navideña la que te traiga nostalgia por épocas pasadas o te haga extrañar a quienes ya no están o viven lejos de ti.
De cualquier modo, es común que durante esta temporada muchas personas se sientan más estresadas y tristes. Pero para que la avalancha de actividades y exigencias de la Navidad no te enfermen, toma en cuenta estos consejos que te ayudarán a sobrevivir, para evitar el estrés y tener unas fiestas más tranquilas:

Planea con anticipación: ¡No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy! ¿qué tal si designas un día para hacer las compras más importantes que tienes para estas festividades? Así las tacharás de la lista y podrás concentrarte en otras tareas, sin sentir que tienes muchas cosas pendientes.
Resuelve tus problemas familiares: Aprovecha que esta es una época de reconciliación para hablar con los seres queridos con los que tienes alguna diferencia. Recuerda que la familia es el eje del bienestar emocional y que nada es tan grave como para romper la relación con una persona a la que quieres. Trata de que esta época te una de nuevo a los tuyos, el diálogo es la clave.
Haz un presupuesto y respétalo: Antes de meterte en gastos que te causarán dolores de cabeza, planea cuánto dinero puedes gastar en estas fiestas. El amor no se manifiesta con regalos. Si tienes problemas de dinero, usa tu creatividad: haz algo con tus manos o establece un sistema de intercambio de regalos en el que cada miembro de tu familia sólo tenga que darle un regalo a otro. Así ahorrarás dinero.
Si estás solo/a o lejos de tu familia, emplea tu tiempo en alguna causa que llene tu corazón. Por ejemplo, acude como voluntario(a) a algún lugar o agencia que necesite tu ayuda o simplemente ayuda a personas que lo necesitan.
No te exijas demasiado. En lugar de esperar que estas festividades salgan a la perfección, relájate y decide que estarás más tranquilo/a. Siempre habrá imprevistos, así que no te excedas en las expectativas y sé realista.
Aprende a decir que no. Si sientes que tienes demasiadas cosas que hacer en esta época y que los demás te exigen demasiado, rehúsa a hacer algo. Di “no”. Es mejor hacer poco y hacerlo bien que comprometerte con muchas cosas y no hacer ninguna.
No te excedas en el consumo de alcohol. Se ha demostrado que esto puede aumentar tus sentimientos de nostalgia en relación a que “el tiempo pasado fue mejor” y esto puede acentuar la depresión.
Busca actividades con tus familiares y amigos que sean gratis. Da una caminata para ver los adornos navideños de la ciudad, consulta la agenda de actividades gratuitas que ofrece tu ciudad, escucha música en familia.
Siguiendo estos consejos puedes dejar a un lado los sentimientos de tristeza que podrías sentir durante esta época festiva. Recuerda que es más bien un momento del año para hacer una pausa y estar con los que quieres. No te dejes estresar por el consumismo ni por las exigencias de que en las fiestas todo debe ser perfecto. Simplemente, comparte y celebra cada momento con alegría, sin preocuparte por el futuro.

Así te evitarás los dolores de cabeza, la fatiga y el insomnio del estrés y la ansiedad. Dale un regalo a tu salud y disfruta de las festividades con la mayor calma posible.

¡Felices Fiestas!
Fuente: Dra Aliza Lifshitz

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