Por: Lic. Liliana Zovatto
En la actualidad se está asistiendo a una creciente toma de conciencia de que la vida familiar no solo representa un modelo de felicidad para sus miembros, sino que también está perneada por el uso de la violencia de un miembro contra otro.
Mientras la mujer da pasos agigantados para su inserción en la productividad y se prepara intelectualmente acudiendo a las universidades y centros educativos formales e informales, sigue colocada en un renglón inferior en cuanto a género se refiere.
Este comportamiento ha dejado de considerarse un asunto privado para convertirse en algo socialmente condenable y penable hasta convertirse en un problema social.
Cada 72 horas muere una mujer en manos de su compañero de vida, y su índice aumenta cada año sin que las autoridades y organismos gubernamentales y no gubernamentales puedan aunar esfuerzos para proteger en gran escala a este sector poblacional que ha sido marginado desde tiempos de nuestros ancestros a raíz de la cultura patriarcal y el sistema de creencias
¿Qué es la violencia?
“La violencia es una acción ejercida por una o varias personas en donde se somete de manera intencional al maltrato, presión, sufrimiento, manipulación u otra acción que atente contra la integridad tanto físico como psicológica y moral de cualquier persona o grupo de personas”.[1]
"La violencia es la presión síquica o abuso de la fuerza ejercida contra una persona con el propósito de obtener fines contra la voluntad de la víctima".[2]
. “Se entiende por violencia la agresión, amenaza u ofensa ejercida sobre la mujer o otro integrante de la familia, por los cónyuges, concubinos, ex cónyuges, ex concubinos o personas que hayan cohabitado, ascendientes, descendientes y parientes colaterales, consanguíneos o afines, que menoscabe su integridad física, psicológica, sexual o patrimonial.”[3]
Siguiendo a Santo Tomé podemos tomar la violencia desde un triple sentido (….)”en primer lugar violento es aquello que se ejerce desde afuera, por un principio extrínseco, sin que en nada contribuya aquel que padece la violencia. Se llama violento aquello cuyo principio está afuera no cooperando nada el que padece la fuerza…”(…)[4]
En tercer lugar se dice violento lo que es contrario a la virtud de la justicia(…)la rapiña importa una cierta violencia y coacción por la que, en contra de la justicia, se despoja a alguno de lo que es suyo(…)[5]
Se denomina violencia de género a: ”Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada”.[6]
Diferentes tipos de violencia
Lo que constituye la violencia en la pareja es el modo de relación basado en el control y en el maltrato psicológico.
Hay cuatro tipos de violencia:
La violencia física: se trata de una agresión de una persona hacia otra a partir de pellizcos, bofetadas, patadas, empujones, quemaduras de cigarrillos, tirar del pelo, sumergir la cabeza en agua, etc. Deja secuelas físicas.
La violencia emocional: incluye el maltrato verbal en forma repetida, acoso, reclusión y privación de los recursos físicos, financieros y personales. Es una agresión que no deja huellas visibles, comparadas a las lesiones causadas por la violencia física, pero igualmente dolorosa. El compañero insulta, denigra a la víctima, la ofende criticando su cuerpo, su manera de vestir, la culpa de todo, etc.
La violencia psicológica: el agresor adopta una serie de actitudes y palabras destinadas a denigrar o negar la manera de ser de otra persona. Estas palabras o estos gestos tienen por objetivo desestabilizar, humillar o herir al otro y considerarlo como un objeto. Estos modos de proceder están destinados a someter al otro, a controlarlo y mantener el poder.
La violencia sexual: el agresor obliga a la victima a realizar actos obscenos, peligrosos o denigrantes, como por ejemplo tener una relación sexual no deseada, introducirle objetos en el ano o la vagina, querer mantener relaciones delante de los hijos, sacarle fotos desnuda, etc.
Consecuencias de la violencia:
La violencia en el hogar pone en peligro la salud de la mujer, pues disminuye las defensas, la inmunidad orgánica, reduce las defensas psíquicas e incrementa las enfermedades existentes.
El vínculo de amor en el que se proyectaron anhelos e ilusiones se ha roto. Aparece la culpa, el miedo a la soledad y la desprotección.
El encierro, la falta de perspectivas y proyectos, la desesperanza, las vivencias de desilusión crónicas, la incapacidad de disfrute y sensación de vacío, el autodescuido y abandono personal, son algunos de las sentimientos que manifiestas las mujeres maltratadas Todo esto se traduce en sensaciones de pérdida del control de la propia vida, de gran desgaste emocional y desvalimiento.
La mujer queda en un estado de enajenación y de indiferencia respecto de los valores del arte, la naturaleza, la fe y todo aquello que se encuentra impregnado de un sentido profundo o trascendente.
La vida, deja de ser una existencia humana para descender al nivel de lo vegetal y lo automático. Los sentidos parecen apagarse, las horas transcurren sin perspectivas y el único límite parece ser la muerte.
Desaparecen los ideales y los principios, el futuro se dimensiona sin atractivos ni metas. El aburrimiento, el conformismo, la depresión, la falta de disfrute, la dolorosa sensación de vacío e inutilidad son algunas de las vivencias que se corresponden con esta pérdida del sentido existencial de la vida, cuando se la despoja de finalidades y decisiones individuales.
El aislamiento, la falta de comunicación, la negación, la evasión de la problemática que enfrentan estas mujeres, en muchas ocasiones, las hace creer que a nadie le sucede lo que a ellas les pasa. Se sienten impotentes y desamparadas en una vida violenta y caen en la desesperanza.
Acerca de la violencia
Viktor Frankl ha teorizado la problemática de la violencia, en virtud de haber sido, el mismo, víctima de uno de los hechos más violentos que la historia de la humanidad recuerde y registre, el genocidio del partido nacionalista alemán nazi.
Conocer al hombre en los campos de concentración, donde se le arrancó todo lo esencial, era conocer el hombre mismo, que en el calor abrasador del sufrimiento y del dolor se fundía en lo esencial, en lo humano en sí.
V. Frankl lejos de abolir cualquier justificativo posible –sea este social, psicológico o biológico- de la conducta violenta, ubica en el mismo seno de lo humano, de su naturaleza, el fenómeno de la agresividad, en tanto ésta no lo desliga de la responsabilidad que como ser humano le compete, dado que somos antes que nada seres dotados de libertad….”.Los capos no padecían nunca hambre; de hecho muchos de esos “capos” lo pasaron mucho mejor en los campos que en toda su vida, y muy a menudo, eran más duros con los prisioneros que los propios guardias de
La violencia conyugal como fenómeno humano hace ya algunos años que ha empezado a ser estudiado por las ciencias de la salud. El trabajo en Logoterapia posee un potencial sustancial para aumentar la comprensión sobre los procesos que afectan a mujeres victimas del maltrato domestico, sin embargo, la materialización del potencial de este constructo permanecerá detenida sin una atención científica continuada hacia algunos problemas conceptuales y metodológicos.
La difusión de esta problemática social y sus implicancias, poniendo en marcha un programa de concientización nacional, permitiría potenciar lo bueno que hay en las personas y sobre esta base construir programas de educación.
Nuestra tarea como trabajadores en la salud será el alentar a la formación en valores morales y éticos, como herramientas para preservar, desarrollar y fortalecer vínculos conyugales que operen como factores de prevención frente a situaciones de violencia.
Abordaje desde la logoterapia
El riesgo de que una mujer sea maltratada por su cónyuge constituye un fenómeno multicausal y multidimensional.
Los comportamientos que menoscaban la dignidad de las personas no deberían trivializarse ni considerarse simples asuntos privados. Habría que modificar los valores sociales para construir una Sociedad más igualitaria y más respetuosa.
El deterioro de los valores espirituales no favorece la erradicación de este mal endémico. Hay que entender la espiritualidad como la capacidad reflexiva que tiene cada ser humano de pensarse a sí mismo.
En este punto la antropología Frankleana, con su concepción del hombre como ser biopsicosocioespiritual, le exige al logoterapeuta una mirada abarcativa de su paciente, que incluya una evaluación multidimensional.
El reto como psicólogos será acompañar a la mujer maltratada y propiciar la posibilidad de esperanza, dignidad y una mejor forma de vivir esta vida. Orientarla en la búsqueda o construcción de sus propios recursos (en base a su individualidad y sus circunstancias), para enfrentar la frustración y vacío existencial en que desembocó la violencia doméstica.,
Sería importante continuar contribuyendo a fortalecer el acervo de conocimientos sobre el fenómeno de la violencia contra la mujer, de esta manera contribuiríamos a disminuir este mal convertido en un problema de salud publica dadas sus elevadas dimensiones .Focalizar la atención en la prevención y orientación a partir de campañas de concientización, talleres de reflexión , igualación de sexos. Generar “campos de encuentro” en lugar de campos de batalla sosteniendo espacios de intercambio de ideas para promover la paz a partir de la creatividad, optimismo, esperanza y sentido del humor, cualidades del hombre según la logoterapia.
Este será el motor para saltar obstáculos y alcanzar la meta significativa que se espera encontrar detrás de cada problema. Llegar a la auto trascendencia es el sentido último al que aspira todo hombre y ésta puede pensarse a partir de cualquier credo o religión.
…Romper con la tolerancia social y el maltrato pasivo es un desafío de todos…
BIBLIOGRAFIA
-Ferreira, Graciela B.,(1992) “Hombres violentos, mujeres maltratadas”, Buenos Aires, Editorial Sudamericana.
- Fizzotti, E. (1998). El despertar ético. Conciencia y responsabilidad. Buenos
Aires: Fundación Argentina de Logoterapia “Viktor E. Frankl”.
-Frankl, V. E. (1979). El hombre en busca de sentido. Barcelona: Herder.
- Frankl. V. E. (1987). El hombre doliente. Barcelona: Herder.
- Frankl, V. E. (1998) “La presencia ignorada de Dios”, Editorial Herder, página 98)
-Revista Apsa,” XXII Congreso de psiquiatría sobre violencia-respuestas de la psiquiatría y la salud mental”-27/04/2006.
-Revista LOGO (teoría, terapia, actitud), noviembre –mayo 2004-Año XIX-n·36-37/Fundación Argentina de logoterapia .Víctor Frankl,
-"WWW.violencia.ok.com/violent.htm.
[3] Ferreira, Graciela B., “Hombres violentos, mujeres maltratadas”(1992), Buenos Aires,, Editorial Sudamericana, Pág.8
[4] “Revista LOGO (teoría, terapia, actitud), noviembre –mayo 2004-Año XIX-n·36-37/Fundación Argentina de logoterapia “Víctor Frankl, pagina 3
[5] Revista LOGO (teoría, terapia, actitud), noviembre –mayo 2004-Año XIX-n· 36-37/Fundación Argentina de logoterapia “Víctor Frankl, pagina 4-
[6] .” (Revista Apsa, XXII Congreso de psiquiatría sobre violencia-respuestas de la psiquiatría y la salud mental-27/04/2006, pag.72).
[7] Frankl, Víctor E.,”El hombre en busca de sentido”,(1979)Buenos Aires, Editorial Herder., página. 14
hola lili!! desde España.... excelente el articulo, aca en España también se sufren los embates de la violencia de género, con situaciones de verdadero descarno, los ataques son con arma blanca y se han dado situaciones de personas muertas por quemaduras, un horror.
ResponderEliminarSin embargo las politicas gubernamentales, supongo que en Argentina será igual, no llegan a controlar estas situaciones, puesto que los agresores son soltados y a veces nunca encarcelados, aun con denuncias múltiples.
Creo que la violencia de género forma parte de una sintomatología social que tiene que ver también y en gran parte con la falta de límites que acusa la sociedad toda, desde un niñó que aparece en la escuela con un arma, hasta alguien que se cruza un semáforo en rojo y atropella a un peatón, no hay control suficiente de las acciones, y el control social es necesario, pero para que sea eficiente debe ser activo y permanente, con políticas mas duras e inflexibles. En general el hombre socialmente maduro es objeto de controles mas estrictos, sino veamos por ejemplo el fútbol en Inglaterra o Barcelona..... ahí a nadie se le ocurriría saltar al campo de juego....
Pero la política siempre tiene una doble cara, ojalá se pudiera modificar ese grave defecto.....la gente de muchos países sería mas feliz en muchos aspectos....
un beso, y hermosa obra un saludo a todos.