viernes, 30 de septiembre de 2011

Cáncer de mama



Factores de estilo de vida que ayudarían a disminuir el riesgo de recurrencia del cáncer de mama.

ESTIMADA CLÍNICA MAYO:
Soy sobreviviente de cáncer mama desde hace dos años. ¿Qué factores puedo cambiar en mi estilo de vida para realmente evitar una recurrencia?

RESPUESTA de la Dra. Sandhya Pruthi, Clínica para Diagnósticos Mamarios, Clínica Mayo de Rochester en Minnesota, Estados Unidos:


Como sobreviviente de cáncer de mama, usted puede tomar medidas para ayudar a disminuir el riesgo de recurrencia. Entre esas medidas están el mantener un peso sano, hacer ejercicio regularmente y restringir la cantidad de alcohol que consume. Esos cambios en el estilo de vida no sólo disminuirán la posibilidad de que reaparezca el cáncer de mama, sino que también reducirán el riesgo de que usted padezca otras enfermedades.
Entre los pasos más importantes está el mantener un peso ideal, sobre todo en los años posteriores a la menopausia. Las investigaciones plantean que el tejido graso (o tejido adiposo) es fuente de estrógeno. Muchos tipos de cáncer de mama son sensibles a las hormonas y pueden crecer más rápido ante la presencia de estrógeno. Por ello, el tener más tejido adiposo podría aumentar la posibilidad de que se desarrolle el cáncer de mama, sobre todo entre las mujeres que ya tienen antecedentes.

Mantener un peso sano o, en caso necesario, perderlo reduce el tejido graso y disminuye la cantidad de estrógeno presente en el organismo, lo que a su vez reduce el riesgo de presentar un cáncer sensible al estrógeno. Las investigaciones calculan que cuando alguien tiene un peso sano, el riesgo para cáncer de mama puede reducirse en alrededor de 26 por ciento. Si bien no existen pautas alimenticias específicas para los sobrevivientes de cáncer de mama, una alimentación bien balanceada enriquecida con frutas, cereales y verduras, así como baja en grasas y azúcares, puede ayudar a mantener un peso sano.

Una fórmula conocida como índice de masa corporal (IMC), que compara el peso con la estatura, puede servirle para determinar si su peso se encuentra dentro del rango sano. El IMC se calcula dividiendo el peso en kilogramos para la altura en metros cuadrados. En la mayoría de gente, se considera normal un IMC entre 18,5 y 24,9.

Estrechamente vinculado con el mantenimiento de un peso sano está el hacer ejercicio de forma regular. Se ha demostrado que el ejercicio disminuye los niveles de estrógeno e insulina y favorece al sistema inmune. Las evidencias son contundentes respecto a que iniciar un programa regular de ejercicio antes de la menopausia ofrece ventajas duraderas contra el cáncer de mama. Si usted aún no incorpora al ejercicio en su rutina diaria, empiece lentamente hasta lograr hacerlo durante 30 minutos mínimo, tres veces por semana. Recuerde que no necesita entrenarse para correr maratones, de manera que con caminar rápido, andar en bicicleta o nadar, usted le ofrecerá al cuerpo el ejercicio que necesita.

Las ventajas que conllevan el mantener un peso sano y hacer ejercicio regularmente van mucho más allá de disminuir el riesgo para cáncer de mama, pues también sirven de prevención para el cáncer de colon y otros tipos de cáncer gastrointestinal, aparte de cánceres ginecológicos como el cáncer de endometrio. La gordura es un factor de riesgo para todos esos tipos de cáncer.

Además, se ha demostrado claramente que perder peso y hacer ejercicio sirven para evitar enfermedades cardíacas, la principal causa de muerte femenina en Estados Unidos. Por último, se sabe que hacer ejercicio regularmente también ayuda a evitar la temida pérdida ósea, que puede conducir a la osteoporosis. Esto es importante especialmente para las mujeres que atraviesan por la menopausia y es fundamental para quienes reciben terapia contra el estrógeno (a fin de disminuir el riesgo de recurrencia del cáncer de mama), puesto que esas terapias pueden acelerar el desarrollo de la osteoporosis.

Otro cambio importante que usted puede hacer es restringir la cantidad de alcohol que consume. Las investigaciones plantean que mientras más alcohol se consuma, mayor es el riesgo de desarrollar cáncer de mama. La recomendación general es que las mujeres limiten el consumo de alcohol a un promedio de no más de una bebida alcohólica diaria (8 onzas de vino, 16 onzas de cerveza, u onza y media de otros licores fuertes).

Al seguir estas recomendaciones sobre el estilo de vida, usted podría desempeñar una función clave en la disminución del riesgo de recurrencia de su cáncer de mama. Si desea detalles sobre un programa para perder peso bueno para usted o tácticas sobre cómo restringir la ingesta de alcohol, consulte con su médico.

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