lunes, 6 de junio de 2011

¿Hierbas, medicina o ambas cosas?




Si quieres convertirte en el/la alquimista del hogar, aquí encontrarás las hierbas medicinales más populares, para qué se usan y qué tan efectivas son. Para que puedas conocer más sobre ellas y librarte de los dolores y los malestares de una manera natural, tal como lo hacían nuestros antepasados.

“Las brujas no existen, pero que las hay las hay”, dice el dicho popular. Y muchas veces, con los remedios caseros ocurre algo similar: quizás sea cuestión — como dicen por ahí — de “creer o reventar”. Más aún, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce a la denominada medicina herbaria, que es la que utiliza hierbas medicinales. Afortunadamente actualmente hemos empezado a hacer más estudios científicos para entender sus efectos terapéuticos, sus efectos secundarios, sus contraindicaciones y cómo pueden interactuar con otros tratamientos. Algunas personas conocen los remedios con hierbas y otros tratamientos como medicina complementaria o integrativa.
Incluso, su uso se ha intensificado durante los últimos años y como mencioné, con él las investigaciones que buscan determinar sus beneficios y sus riesgos. Así, en muchos casos la magia puede desaparecer al analizar cada hierba en particular y comprobar cuáles son los compuestos que contienen, responsables de generar tal o cual efecto en el cuerpo.

Para que puedas tenerlas en cuenta e incluirlas como alternativa para que alivien tus malestares, aquí te contamos cuales son algunas de las hierbas medicinales más populares, para qué se utilizan y qué dicen las investigaciones científicas al respecto. Luego, esperamos que nos cuentes, cuáles son las que tú prefieres y por supuesto, que consultes con tu médico ante cualquier pregunta que tengas al respecto.

Equinácea: Se puede consumir en té, píldoras o cremas. En general se usa para combatir los resfríos, catarros o gripe y estimular el sistema de defensa. Los estudios científicos han tenido resultados mixtos en cuanto a su efectividad para prevenir o tratar los catarros. Sin embargo, la mayoría de los estudios no han demostrado que su efectividad en el sistema inmunológico (de defensas del organismo). Sin embargo, se continúan haciendo estudios al respecto. Los efectos secundarios, si se presentan, son náusea, indigestión, o diarrea. Algunas personas pueden ser alérgicas a ella.
Manzanilla: Se suele usar como antiinflamatoria, antiespasmódica, cicatrizante, antibacteriana y estimulante del funcionamiento de la piel. Se la usa de manera externa para infecciones en la piel y como infusión para la digestión e inflamaciones gastrointestinales. No existen muchos estudios de esta hierba. Algunos sugieren que puede ser efectiva para la ansiedad, los cólicos abdominales y la diarrea y para algunas condiciones de la piel. Ocasionalmente algunas personas son alérgicas a la manzanilla.
Té verde: Tiene compuestos antioxidantes denominados polifenoles. Sobre esta infusión milenaria en China, los estudios sugieren que podría brindar una modesta protección contra el cáncer y que podría favorecer la longevidad, pero se requieren más estudios al respecto. Se sugiere que se eviten los extractos concentrados y se recomienda que se beba el té verde en infusiones en moderación por su contenido de cafeína. Definitivamente evita los extractos de te verde si tienes problemas de hígado ya que ha habido casos reportados de toxicidad muy severa.
Más detalles sobre el té verde:

Por más de 5.000 años, la gente se ha volcado hacia el té para aliviar el alma y el cuerpo. En la China, el té ha servido para fines medicinales desde la antigüedad. Según la edición de noviembre de “Mayo Clinic Women’s HealthSource”, la ciencia moderna ha confirmado los posibles beneficios para la salud del té.
Las hojas de té contienen una mezcla de sustancias, entre ellas, compuestos antioxidantes conocidos como polifenoles que podrían ofrecer algo de protección contra lo siguiente:
Cáncer. El té verde podría ayudar a evitar el cáncer gástrico, pancreático, de vejiga y de ovario. Las investigaciones indican que la razón sería por las catequinas, o polifenoles que parecen tener propiedades para combatir el cáncer y promover la salud. El té verde, en especial, es rico en catequinas.

Enfermedad cardiovascular. El té verde podría disminuir el colesterol y los triglicéridos. Se ha vinculado al té negro y al verde con menos riesgo para ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.

Caries. El té verde destruye a las bacterias que pueden contribuir a las caries. Además, ayuda a evitar la formación de la placa dental.

Enfermedad de Parkinson. La cafeína presente en el té ayudaría a evitar la enfermedad de Parkinson o a hacer más lento su desarrollo, posiblemente porque aumenta la agilidad mental o la capacidad de la sustancia química cerebral conocida como dopamina.

Las personas que no beben té quizás deseen tomar una taza por los posibles beneficios para la salud. El té puede prepararse con una bolsa o con hojas. Si opta por el té en botella o lata, tenga cuidado con la cantidad de azúcar y el alto contenido calórico de esos.

Canela:
Muchos la usan para bajar la glucosa en la sangre, especialmente si tienen diabetes tipo 2, pero los estudios no se ponen de acuerdo. Puedes ver más detalles en una nota que publicamos sobre la canela y la diabetes:

Varias investigaciones tratan de identificar los beneficios que la canela puede aportarle a la salud. Algunos creen que podría ayudar a disminuir los niveles elevados de azúcar en la sangre así como brindar otros beneficios para la salud. De ser así, la canela podría ser una medicina natural para la diabetes. Aquí te contamos los estudios científicos hasta el momento y más detalles sobre la canela y la diabetes.

Ajo: Si bien se le utiliza en las comidas para darles un sabor especial; de paso, también lo usan para ayudar a bajar el colesterol, la presión arterial, y por sus efectos anticoagulantes, es decir que hace que la sangre sea más delgada. Además, se usa para combatir bacterias y hongos, bajar el azúcar, y mejorar el sistema de defensas o sistema inmunológico, lo han usado ¡hasta para los callos!. Su lado negativo es que produce olor en la piel y el aliento (el perejil ayuda a combatirlo) y puede producir molestias gastrointestinales. ¿Qué dice la ciencia? Un ajo en polvo de Kwai baja la presión arterial un 7 a 8%, el ajo aplicado en la piel si ayuda contra las infecciones causadas por hongos, incluyendo el pie de atleta. El comer ajo podría ayudar a disminuir el riesgo del cáncer del colon, del recto y del estómago, pero no el tomar suplementos de ajo y el ajo disminuye el endurecimiento de las arterias (ateroesclerosis) que tiende a suceder con la edad. Para las otras cosas no se tiene suficiente evidencia científica para decir que el ajo funciona o se ha comprobado que no funciona.
Ají (chile): contiene un ingrediente (Capsaicina) que se utiliza en cremas para ayudar con los dolores en las articulaciones y en los músculos.
Valeriana: se utiliza para combatir el insomnio y la ansiedad. En el primer caso hay estudios que sugieren que ayuda para dormir (es un sedante) pero faltan datos para corroborar sus efectos como tranquilizante. Se requieren estudios científicos bien diseñados que demuestren su efecto para el tratamiento del insomnio. Hay estudios patrocinados por el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa en Estados Unidos que están evaluando esto, así como su uso para el tratamiento de los síntomas de la menopausia. Se desconoce si su uso por más de 4 a 6 semanas es seguro. Puede causar dolor de cabeza, mareo y cansancio, entre sus efectos secundarios.
Ginseng: Existen varios tipos de ginseng, el proveniente de Siberia no se considera efectivo. Puede tomarse como infusión (té) o conseguirse en polvo. Se usa para mejorar el desempeño mental y para ayudar a bajar el azúcar en personas con diabetes. Dicen que disminuye el estrés y, en combinación con vitaminas y minerales, mejora el estado emocional y físico y la calidad de vida, especialmente de los adultos mayores. En el oriente también se la usa para tratar anemias, insomnio, gastritis e inapetencia sexual. Algunos estudios científicos han encontrado que el Ginseng de Asia podría disminuir el nivel de azúcar en la sangre y mejorar el sistema de defensa. Pero contamos con muy pocas investigaciones de calidad en suficientes pacientes para poder tener conclusiones definitivas. Se requieren más estudios. Algunos se están realizando en este momento. Se piensa que consumirlo por periodos cortos no es problemático. Las personas con diabetes deben tener precaución, especialmente si toman otras medicamentos, porque pueden tener episodios de hipoglicemia cuando los combinan con el Ginseng. Más sobre el Ginseng:

¿Realmente funcionan? ¿Cuánto hay de verdad y cuánto de engaño en los suplementos naturales que supuestamente ayudan a elevar el deseo sexual, tanto en los hombres como en las mujeres? ¿Acaso la fantasía y un baño de inmersión juntos pueden resultar más efectivos que ingerir ginseng, vitamina E, arginina o pycnogenol, por ejemplo?
¿Tu pareja te reclama atención pero tú no sientes la misma intensidad en el deseo sexual que sentías antes? ¿Qué puedes hacer para recuperar tu libido y volver a las noches de sexo pasional y de placer?

Si te estás haciendo estas preguntas es probable que también estés considerando tomar algún medicamento que te ayude, o quizás prefieras los denominados suplementos naturales, que se supone son eficaces y generan menos efectos colaterales, aunque esto no necesariamente es así.
Uno de los suplementos más conocidos que se utiliza para este fin es el ginseng, del cual existen tres tipos diferentes: el siberiano (Eleutherococcus senticosus), que generalmente se utiliza como afrodisíaco y algunos no lo consideran un ginseng verdadero; el coreano o asiático (Panax ginseng), que se utiliza en la medicina tradicional china y ha sido objeto de varios estudios, y el americano (Panax quinquefolius), cuya efectividad para modificar la impotencia sexual no ha sido probada.

En general, el producto final varía de acuerdo al tipo de ginseng del que se trate y al modo de procesamiento que haya recibido. Estas hierbas contienen suplementos activos denominados ginsenosides y muchos otros compuestos. Se cree que proporcionan energía y pueden mejorar el humor de las personas. De ahí que se diga que tienen efectos sobre el deseo sexual tanto de los hombres como de las mujeres.

En referencia a tales efectos, un estudio realizado en el 2002 entre 45 hombres que sufrían de disfunción eréctil encontró que el ginseng mejoraba los síntomas de la disfunción sexual y la rigidez del pene. Junto a este, varios otros estudios sugieren los beneficios del ginseng sobre la salud pero no existen resultados completamente convincentes, ya que por ejemplo, no especifican ni de qué tipo de ginseng se trata ni qué ginsenoside es el que causa los efectos obtenidos.

Otro suplemento dietético que eligen algunos es la L-arginina, un aminoácido que el cuerpo necesita para realizar varias de sus funciones, como mejorar la inmunidad y producir óxido nítrico (que dicen genera un efecto similar al del Viagra. Por cierto, etc. aminoácido se encuentra naturalmente en las carnes rojas, en las carnes de las aves y en los lácteos.

Se ha detectado que la L-arginina mejora el flujo sanguíneo del pene y la Natural Medicines Comprehensive Database clasifica la eficacia de este aminoácido como “posiblemente eficaz” para tratar los problemas de erección. De todos modos, hay que tener cuidado ya que puede interactuar con otros medicamentos, especialmente con aquellos para combatir la hipertensión.

Del mismo modo, deben tener cuidado con la L-arginina quienes tomen Cialis, Levitra o Viagra (o nitroglicerina, un medicamento para el tratamiento de angina de pecho), ya que puede reducir la presión arterial súbitamente (de golpe). Por todo esto, no es aconsejable que tomes L-arginina sin consultar a tu médico.

Otro caso con el cual hay que tener cuidado es con la denominada DHEA (dehidroepiandrosterone), una hormona natural que se convierte en las hormonas sexuales masculinas o femeninas dentro del cuerpo.

Se vende como suplemento contra el envejecimiento pero sus posibles efectos a largo plazo no han sido estudiados ni tampoco se ha probado que realmente sea efectiva. A nivel sexual, específicamente, la Natural Medicines Comprehensive Database la clasifica como “posiblemente eficaz” para “mejorar la habilidad para poder tener una erección en los hombres que sufren de disfunción eréctil. Pero no parece ser eficaz si la disfunción eréctil se debe a la diabetes o a los trastornos de los nervios”.

Además de estos ejemplos, existen otros suplementos como el pycnogenol (un extracto de la corteza de un árbol marítimo francés que se cree que ayuda a proteger las venas y que fomenta la producción del óxido nítrico, similar a la L-arginina y al gingseng) y el jugo de granada (por sus antioxidantes). En todos los casos, es preferible consultar con un médico y elegir productos seguros. Recuerda que a veces la disfunción sexual puede ser el primer síntoma de un problema físico (como diabetes o un problema del corazón).

Finalmente, además de pensar en suplementos y medicinas, ¿haz considerado otro tipo de estímulos? Tal vez sea una buena idea reanimar la seducción y probar nuevas actividades conjuntas que puedan divertirte junto a tu pareja. Después de todo, algunos especialistas consideran que el cerebro es el órgano sexual más grande que poseemos.

Jengibre: se lo suele utilizar para combatir las náuseas, aunque no se recomienda consumirlo durante el embarazo o si se tienen antecedentes de hemorragias. Los estudios han dado resultados mixtos en cuanto a su eficiencia para el tratamiento de las náuseas causadas por el movimiento, la quimioterapia y/o la cirugía. Se piensa que es seguro cuando se toma en dosis bajas. Entre sus efectos secundarios puede causar acidez, gas, distensión y, en algunas personas, náusea. Es más común que esto suceda cuando se toma en forma de polvo. Idealmente consulta a tu médico sobre su uso.
Uña de gato: suele usarse para mejorar las defensas y como anti-inflamatorio, También se usa para condiciones como tumores malignos, gastritis, reumatismo, artritis y enfermedades de la piel. A pesar de su popularidad, no hay evidencias científicas de que sea efectivo. Algunos de los efecto secundarios incluyen dolor de cabeza, mareo y vómito. Podría interferir con el control de la presión arterial durante una operación, por lo cual es especialmente importante que le digas a tu médico si la estás tomando y te van a operar. Generalmente te recomiendan que lo suspendas mínimo dos semanas antes.
En todos los casos, recuerda que es importante que hables con tu médico sobre el uso de cualquier hierba, suplemento, vitamina o medicinas no recetadas para que él o ella pueda indicarte si existe algún riesgo, especialmente si los combinas con otras medicinas tradicionales. También es importante que no abandones tu tratamiento médico para utilizar hierbas medicinales. Estas pueden ayudarte a sentirte mejor y a acompañar el tratamiento que te haya indicado tu médico pero no a reemplaza a la medicina convencional.

Finalmente, si tienes alguna molestia que persiste o si la molestia es muy severa, ve al médico, no te esperes. Esa molestia es una indicación de que algo está mal. El no atenderla o el ocultarla con una pastilla o una hierba que te quite el síntoma puede retrasar el tratamiento y aumentar el riesgo de que aparezcan complicaciones.

Todo en esta vida tiene su lugar, incluyendo la medicina integrativa, complementaria o herbal. Lo importante es utilizarla a tu favor.
Fuente: Dra Aliza

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