lunes, 9 de febrero de 2009

FAMILIA CONTRA ENFERMEDAD, efectos sanadores del...




Familia contra enfermedad. Efectos sanadores del ambiente familiar.

Objetivo general: Reconocer qué aspectos podemos desarrollar como familia, como amigos, para acompañar positivamente a un paciente con alguna enfermedad (cáncer, neurológica, mental, esclerosis, accidente de tránsito, etc).

Al decir positivamente hablamos de una posición activa, comprometida como grupo de sostén, como equipo que forma el paciente con su familia, amigos, grupos como Renacer.

Hablamos de equipo como grupo activo para acompañar al paciente en su recuperación en ese tramo de la vida del paciente y de su familia.

Reacción inicial ante el diagnóstico.

Las primeras horas tras el diagnóstico todo es confusión, incertidumbre. Puede aparecer en el paciente la sensación de traición por parte su cuerpo. Pero cómo puede ser? Si yo me cuido, si yo me siento bien. Si yo no tengo ningún dolor, debe estar equivocado el diagnóstico.

Esta primera reacción puede durar días o semanas, depende de cada familia, cada familia tiene un tiempo personal para elaborar lo inesperado del diagnóstico.

Y ahora qué hago? Qué hacemos? Hacemos otra consulta? Estará bien hecho el diagnóstico? Habrá otro tratamiento que el que dijo el médico?
Qué pasa en la familia?
Qué sentimientos desata el diagnóstico?

Bronca, depresión, dolor, pena, tristeza, miedo, sufrimiento, sensación de traición, de injusticia, de estafa, de desamparo, resentimiento, confusión, ira, stress, angustia.

Puede aparecer la pregunta Por qué yo? Por qué a nosotros?

Y también pueden desencadenarse trastornos de alimentación (bulimia, anorexia) y trastornos del sueño.

La familia puede entrar en CRISIS. Pero es importante remarcar que a la “crisis” se le adjudica injustamente una connotación negativa cuando en realidad debería empleársela en un sentido positivo.
Como sustantivo tomado del griego “Krisis” significa decisión; en latín “crisis” denota el sentido de mutación o cambio. Y con el significado de “peligro y oportunidad” los ideogramas chinos Wei-ji, constituyen el término correspondiente.
Y es de este modo como debería tomarse a toda crisis, como un peligro pero también como una oportunidad, oportunidad para ver las cosas de otro modo, para revalorizar todo lo que poseemos y para relativizar los problemas, dando menor importancia a aquellas cosas que antes parecían problemáticas y que, poniéndolas en perspectiva, carecen de importancia.


Aceptación del diagnóstico

Con el transcurrir de los días el diagnóstico se va aceptando.
“Es así. La enfermedad es ésta. Nos tocó a nosotros. Por que no a nosotros? Nosotros también somos humanos, mortales”.
La única certeza que traemos al mundo es la propia mortalidad.

No somos dioses, no somos inmortales, no somos perfectos, no podemos controlar todo. Pero algo sí podemos controlar. Una vez aceptado el diagnóstico y el tratamiento podemos controlar la enfermedad y acompañar al paciente en su proceso de recuperación. Una vez formado el equipo médico- paciente- familia podemos ir controlando la situación y todos los sentimientos iniciales van cediendo, van aflojando.

Aceptamos que somos vulnerables, que somos mortales, que un día todos nos vamos a morir, que podemos enfermarnos pero también que podemos salir adelante, que hay tratamientos que son los aliados necesarios para salir adelante, que es gracias al tratamiento y no a pesar del tratamiento que podemos salir adelante. Podemos, en plural, como grupo que somos.

No es sólo el paciente el que está haciendo un tratamiento. Es toda la familia la que está haciendo un tratamiento, la que está acompañando al paciente en este tratamiento.

Luego de la aceptación del diagnóstico y del tratamiento a seguir la familia aparece fortalecida. La esperanza reemplaza a la incertidumbre inicial, la confianza en el tratamiento, la confianza en el equipo que armó cada familia y la idea de que juntos podrán transitar ese camino a veces difícil que es el camino de la recuperación.

Pedir ayuda para cuidar al paciente si está internado, pedir ayuda para hacer las tareas cotidianas, hacer los mandados, comprar remedios, pedir turnos en el hospital, retirar análisis, etc.

Cuidarse y cuidar al paciente significa pedir ayuda y no inmolarse ni sacrificarse.

PEDIR AYUDA no es sinónimo de debilidad. El “necesito de vos” generalmente encuentra a otro dispuesto a ayudar. Disponible, deseoso de ayudar, de acompañar, de colaborar. Encontramos personas que agradecen que confiemos en ellas. Sentir que podemos hacer algo para ayudar a la recuperación de alguien nos otorga cierto poder. El otro confía en mi “yo puedo”, “esta vez me toca a mí ayudar, quizás en otro momento sea yo el que necesite ayuda”.
Pedir ayuda es fundamental. Muchas veces, lejos de incomodar al otro encontramos una mano, una oreja para escuchar.

El paciente que vive solo debe armarse un grupo que lo acompañe en su recuperación. Si pide ayuda seguramente encontrará gente que lo acompañe afectuosamente, que le brinde su compañía generosamente.
Evitar quedarse aislado es fundamental. El aislamiento acarrea depresión y la depresión debilita el sistema inmunológico.

Es muy aconsejable formar parte de grupos, escuchar música, tocar algún instrumento musical, cantar, formar parte de coros, reunirse a leer en grupo, a escribir, a jugar con juegos de mesa o cartas, a conversar.

Y también es muy beneficioso salir a pasear, reunirse con amigos, comunicar sentimientos y emociones, hacer alguna actividad física (aunque sea liviana), aprender algo nuevo (puede ser un idioma, hacer artesanías), dedicar un tiempo al ocio, a la diversión, hacer cosas que les gusten, participar en grupos de tareas que les interesen.

La enfermedad pude ser una excelente oportunidad para llamar a familiares y amigos y decirles “Nos está pasando esto” y a veces con sorpresa verán como muchas personas se ofrecerán para acompañar de distintos modos.

RECURSOS

Con qué recursos cuenta toda familia para afrontar no sólo las enfermedades sino las dificultades de la vida cotidiana?

Fortaleza personal, carácter, temperamento.
Familia, amigos, entorno.
FE.
Capacidad de perdón.
Capacidad de resiliencia: capacidad que poseen algunos materiales de recobrar su forma original luego de ser sometidos a una presión deformadora.
Autocuidado (chequeos médicos, dieta adecuada, actividad física y cerebral)
Vida social, diversión.
Proyectos.


Ampliando los recursos

Estos recursos personales que constituyen nuestras fortalezas, nuestras potencialidades pueden incrementarse, generarse, despertarse, cómo?
En principio, poniendo las penas, las dificultades en perspectiva y reconociendo todo lo que poseemos.

La Música y en la Literatura son también excelentes disciplinas terapéuticas.

La Música estimula la actividad inmunitaria, influye en el sistema inmunológico, aumenta las defensas del organismo, ayuda a estimular la actividad cerebral, potencia la creatividad, activa emociones.

Y también la literatura, en todas sus formas, otorga beneficios terapéuticos. Y no sólo leer sino escribir, producir nosotros mismos nuestros relatos, nuestros textos, nuestros poemas.

Ir a un club, formar por ejemplo un grupo de lectura, de escritura, compartir afinidades, gustos comunes (música, poesía, deporte, idioma extranjero, etc.) Cantar, formar parte de un coro, reunirse con gente de su misma colectividad, grupos religiosos, etc.

Pedir ayuda, llamar por teléfono y decir: “me siento un poco solo, no vendrías un rato a acompañarme?” Esta pregunta generalmente encuentra del oto lado del teléfono a alguien deseoso de ayudar, de colaborar, de acompañar.

También es importante mantener una buena relación con los vecinos que veces son los primeros que llegan por ejemplo ante una emergencia.

Cada persona, cada familia, encontrará lo que es válido para ella, lo que le sirve, lo que le hace bien.

También incluimos dentro de los recursos al grupo, un magnífico recurso.
El grupo permite que el dolor, al ser compartido, se haga más soportable. Compartir experiencias. “A mí me pasó esto y yo lo resolví así” puede ayudar enormemente. Así el dolor circula y se hace menos pesada la carga.

Y el grupo tiene además otro poder que se llama SINERGIA. Podemos decir que la palabra sinergia proviene del griego y su traducción literal sería la de cooperación. Cooperación cuyo resultado final es mucho más que la suma de las partes individuales.

Sugerencias finales

NUNCA QUEDARSE AISLADOS, NI ANTE EL DIAGNÓTICO NI DURANTE EL TRATAMIENTO.

HABLAR, MANIFESTAR LOS SENTIMIENTOS, COMPARTIR EXPERIENCIAS.

PEDIR AYUDA NO ES SINÓNIMO DE DEBILIDAD.

ACOMPAÑAR AL PACIENTE SIN INVADIRLO.

CUIDAR AL PACIENTE PERO QUE TAMBIÉN SE CUIDEN LOS CUIDADORES.

DISFRUTAR LOS BUENOS MOMENTOS, LOS LOGROS, LOS AVANCES DEL TRATAMIENTO.

DISFRUTAR JUNTOS EL PRESENTE, QUE EN DEFINITIVA ES LO ÚNICO QUE TENEMOS YA QUE EL PASADO YA PASÓ Y EL FUTURO ES UNA ILUSIÓN.


Para finalizar es importante recordar que, además de poder disfrutar en familia el presente también es importante RECONOCER Y AGRADECER CUANDO LAS COSAS VAN BIEN, CUANDO EL TRATAMIENTO ES EXITOSO, CUANDO LA RECUPERACIÓN AVANZA O SEA CUANDO PARECE QUE LA VIDA VA MARCHANDO, CON MAS O MENOS TROPIEZOS, CON MÁS O MENOS ALEGRÍAS CON MÁS O MENOS TRISTEZAS PORQUE EN DEFINITIVA DE ESO SE TRATA ESTAR VIVO.
Lic. Amelia Telechea.

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