lunes, 2 de julio de 2012

La verdadera hermosura (o belleza)






                   






    La verdadera hermosura (o belleza)                         




Mi nombre es Amelia, y en breves palabras deseo contarles el secreto de la verdadera hermosura.                                                                                                                                                                               Cuando era niña, mi madre deseando que mejorara mi caligrafía, escribía en un cuaderno algunas frases, que luego yo debía copiar varias veces, tratando de hacerlo cada vez mejor.                                                                                                                                                                                   De tantas que escribió, solo recuerdo una, la que quedo grabada por siempre en mi mente y corazón.  Ella era: “la hermosura que mas vale es la del alma”.

 Paso el tiempo, por la gracia de Dios, no podía quejarme de mi físico, si bien no era una joven “sexy” como ahora se estila. No hacia gala de el, pero estaba conforme.

Me case siendo jovencita y todo estaba bien, cuando tenia 41 años tuve que enfrentar una cirugía mayor. Lo hice sin temor y consciente, sabiendo que de no hacerlo, corría riesgo de que las cosas se complicarían.

 A los pocos días de la cirugía, alguien dijo acerca de mi cirugía (pido disculpas por el termino que voy a escribir, ya que no solo es muy fuerte, sino muy despectivo) ella se expreso así, “yo prefiero morirme antes de dejarme castrar”.

 Por la gracia de Dios su comentario no me daño, y por Su misericordia, no fue cáncer. Seis anos después, nuevamente tuve que ir al quirófano, para que terminaran de extraer lo que dejaron; ahora si lo médicos estaban seguros que era cáncer, así que operaron con urgencia, pero nuevamente no fue cáncer, y todo paso.

 Mi físico seguía igual ya que lo extirpado fue interiormente. Por causa de la cirugía, comencé en la menopausia quirúrgica, que fue algo terrible a causa de ello me recetaron hormonas y dos años después, descubrieron que tenia cáncer de mama.                               La cirugía si bien fue muy agresiva, no desdibujo mucho mi físico, y así seguí con todos los tratamientos que implica dicha enfermedad.

Pasaron once años y en un control anual, descubrieron un nuevo nódulo canceroso (en la otra mama) Nuevamente fui a cirugía, ahora con nuevas técnicas y menos agresivas.

 Otra vez realicé todos los  tratamientos, feliz de que ya había tenido en ambas mamas, y como yo decía “ya no voy a tener más problemas porque al no tener otra mama todo estaba bien”. Al no ser tan agresiva la cirugía mi figura aun se mantenía muy bien.

Dos años y medio después, en otro control descubrieron un nódulo canceroso en la primera mama, ya no me podían hacer rayos, no me podían dar medicinas porque mi estomago no lo resistía, ¿Cuál era el camino a seguir? Mastectomía total.

 Se decidió hacerlo con implantes, dos cirujanos trabajaron a la vez; la historia es larga.  Hubo rechazo; No todo salió bien, y por supuesto mi cuerpo quedo no solo agredido por tantas cosas, sino también, perdió su belleza física. Siempre digo que cualquier mujer que tuviera un cuerpo así, lloraría constantemente o entraría en una depresión de la que le sería casi imposible salir.

 ¿Ahora bien que tiene que ver todo esto y la frase del comienzo, la que escribí tantas veces? Cuando tenía 16 anos comencé a cultivar la “hermosura que más vale” A esa edad le pedí a Dios que perdonara mis pecados, que si Jesús había muerto por los pecadores y librarlos de todo mal, que lo hiciera en mi vida; y así fue.

A través de todos estos años he pasado por muchos momentos difíciles y angustiosos, pero de todos ellos Dios por medio de Jesús me saco.

He vivido con paz, fortaleza y serenidad. He disfrutado cada momento de Su compañía, sabiendo que siempre estaba a mi lado y que nunca me daría más de lo que podría soportar. La hermosura que Dios da por medio de Jesús, hace que todo sea más fácil y llevadero, pero también nos ubica en el lugar exacto, ensenándonos a darle el valor adecuado a cada cosa.

Tener un cuerpo hermoso es lindo, poseer una figura atractiva también, es necesario recordar que todo eso pasa con el correr de los años, pero la “hermosura del alma” en vez de menguar y extinguirse, cada día crece y hace que la persona disfrute a pesar de aquellas cosas que le suceden.

 Esa e mi experiencia; ¿Qué opinas? Dios te bendiga,                                                                                                                                Amelia Arregin

1 comentario:

  1. me quede sin palabras... GTACIASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS!! mi mail es gri62@hotmail.com

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