martes, 17 de marzo de 2009

ESPIRITUALES

Escuela de amor
ORACIÓN
Gracias Señor
Por todo cuanto me das…
Gracias por los días de sol y los nublados tristes,
por las tardes tranquilas y las noches oscuras.
Gracias por la salud y por la enfermedad,
por las penas y las alegrías.
Gracias por todo lo que me prestaste y luego me pediste.
Gracias, Señor,
por la sonrisa amable y por la mano amiga,
por el amor, por todo lo hermoso y por todo lo dulce,
por las flores y las estrellas,
por la existencia de los niños, los ancianos y de las almas buenas.
Gracias por la soledad,
por el trabajo, por las inquietudes,
por las dificultades y las lágrimas;
por todo lo que me acerca a Ti.
Gracias por conservar mi vida,
y por darme techo, abrigo y sustento…
Gracias Señor.
Dame Señor lo que Tu quieras,
solo te pido fe para mirarte en todo,
esperanza para no desfallecer,
y caridad para amarte cada día más,
y para hacerte amar entre los que me rodean.
Dame paciencia y humildad,
desprendimiento y generosidad,
dame Señor,
lo que sabes que me conviene y yo no sé pedir.
Que tenga el corazón alerta, el oído atento,
las manos y la mente activas,
y que me halle siempre dispuesto
a hacer Tu Santa Voluntad.
Derrama Señor Tus gracias
sobre todos los que amo
y concede tu paz al mundo entero.
Amén.

emuna@arnet.com.ar

Meditación de la vida

¿No crees que sería bueno hacer un inventario de los bienes que has recibido, para así vivir con mayor alegría y optimismo?
¿Por qué llorar mientras voy andando, si otros ríen y no tienen pies? ¿Por qué vivir pensando en el 10 % de las cosas que nos hacen sufrir, y no recordar el 90 % que nos hacen felices?
En tu cuerpo hay 800 mil millones de células trabajando continuamente en perfecta armonía y coordinación en tu favor…
En tu cerebro tienes 13 mil millones de neuronas trabajando tan sabiamente, que si las quisieras reemplazar por la computadora más perfecta del mundo, ocuparía el sitio de un edificio de setenta pisos de alto...
Tienes un corazón, que es una maravilla de la naturaleza. Bombea hora tras hora, 36 millones de latidos, año tras año, despierto o dormido, impulsando la sangre a través de 100 mil kilómetros de venas y arterias, que llevan... más de 2 millones de litros de sangre al año…
Te puedes mover, pasear, correr, bailar o hacer deporte. Para ello, tienes 500 músculos, 200 huesos y 7.000 nervios, sincronizados para obedecerte y llevarte a donde quieras…
En tus oídos hay 24 mil millones de filamentos que vibran con el viento, el reír de los niños, la suave música, con el trepidar de las aguas espumantes y al escuchar las palabras amables de las personas que aprecias…
En tus ojos, Dios ha depositado 100 millones de receptores que te permiten gozar de la magia de los colores, la luz, la simpatía de las personas y la majestad de la naturaleza…
Tus pulmones son los mejores filtros del mundo. A través de 600 millones de alvéolos, purifican el aire que reciben y liberan a tu cuerpo de desperdicios dañinos.
Eres un ser humano único, capaz de crear, descubrir, inventar, pensar, soñar, imaginar, comunicarte, hablar, tranquilizar, animar, estimular, inspirar, perdonar... capaz de sentir, disfrutar, recibir amor y decir... te amo.
Tu sangre es un formidable tesoro. Son apenas 4 litros pero allí hay 22 millones de células sanguíneas. En cada célula hay muchas moléculas y en cada molécula hay un átomo que oscila más de 10 millones de veces por segundo...
Cada día mueren 2 millones de tus células y son reemplazadas por 2 millones más, en una resurrección que ha continuado desde el día que naciste...
En tu cerebro hay 4 millones de estructuras sensibles al dolor, 500 mil detectores táctiles, y 200 mil detectores de temperatura...
¿Crees que vale la pena tu vida?Dedicamos mucho tiempo pensando en lo que nos hace falta y casi nunca nos detenemos a recordar y agradecer a Dios lo que nos regala día a día…
No te entristezcas por lo que no pudiste ser, agradece por los dones que Dios puso en tu vida, tu familia, tus amistades y las oportunidades de ser alguien importante...
Cuenta tus bienes y tus alegrías. No pierdas tiempo en “pensamientos pesimistas” y “recuerdos tristes”
¿Y sabes por qué?...¡¡¡ Porque vales M U C H Í S I M O!!! Para Dios no tienes precio.
Fuente:
NuestraRed

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