jueves, 13 de septiembre de 2012

¿Padeces de acidez estomacal? Atiéndela para evitar el riesgo de cáncer del esófago

por • 06 de septiembre de 2012

Los casos de cáncer del esófago han aumentado, y una de las razones de ese aumento es que muchas personas no conocen las causas que lo provocan. Tal vez la más frecuente es la acidez estomacal, una condición muy común, que puede dar lugar al cáncer si no se atiende a tiempo. Afortunadamente, puedes tomar medidas para controlarla.





Un estudio realizado en la Universidad de California reveló que en el 2001 hubo seis veces más casos de cáncer del esófago que en 1975. Y según los investigadores, una forma importante de reducir el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer es controlar la acidez estomacal y el reflujo del ácido (llamado enfermedad del reflujo gastroesofágico, o ERGE), problemas que se agravan por la obesidad y una mala dieta.
La acidez estomacal consiste en una sensación de ardor en la parte inferior del pecho proveniente del esófago (algunos le llaman agruras), junto con un sabor agrio o amargo en la boca, y suele producirse después de comer en exceso, sobre todo ciertos alimentos. Algunos factores como el embarazo y el estrés pueden agravarla, y suele durar desde unos minutos hasta varias horas. Las personas que padecen de ERGE tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer del esófago, y ese riesgo aumenta según el tiempo que se ha tenido el reflujo del ácido y la severidad de los síntomas.
Aquí te explicamos la causa
El esófago es un tubo muscular que lleva los alimentos de la boca al estómago. Para entrar al estómago, los alimentos deben atravesar una apertura en el esófago, que actúa como una compuerta, y se cierra tan pronto pasan los alimentos. Pero si la apertura no se cierra bien, el ácido estomacal puede regresar repetidamente al esófago. En eso consiste el reflujo, que irrita los tejidos del esófago, y causa la acidez y el reflujo gastroesofágico o ERGE. El problema se complica, porque las personas con cáncer del esófago no experimentan otros síntomas más que la acidez, lo que hace que no le den mayor importancia a la molestia, y esto frecuentemente evita que se detecte tempranamente la enfermedad. Y para empezar el tratamiento lo antes posible es esencial identificar el problema.
Según explica la Sociedad Americana de Cáncer (American Cancer Society), si el reflujo del ácido estomacal en la parte baja del estómago continúa por largo tiempo, puede dañar el revestimiento del esófago. Debido a eso, las células escamosas que normalmente recubren el esófago son reemplazadas por células glandulares, parecidas a las células que recubren el estómago y el intestino delgado, y que son más resistentes al ácido del estómago. La presencia de las células glandulares en el esófago se conoce como esófago de Barrett. Aunque la mayoría de las personas con esófago de Barret no desarrollan cáncer del esófago, sí tienen una probabilidad mayor de desarrollarlo, y deben ser supervisadas cuidadosamente por su médico para detectar a tiempo el problema.
Toma precauciones para reducir los riesgos de la acidez.
Si padeces de acidez o reflujo ácido, puedes reducir el riesgo de desarrollar cáncer del esófago tomando algunas medidas. Prueba lo siguiente:
  • Si experimentas acidez más de una vez por semana, consulta al médico.
  • A la menor sospecha, pide que te hagan una evaluación para descartar el cáncer del esófago (endoscopía gastroesofágica y, si es necesario, biopsia). Si los cambios en los tejidos del esófago se detectan temprano, se pueden tratar.
  • Si tienes exceso de peso, ponte a dieta. La obesidad aumenta la presión abdominal y agrava el reflujo ácido y la acidez. En algunos casos, los síntomas del ERGE desaparecen si la persona baja algunos kilos (o libras) que tiene de más.
  • No comas demasiado de una vez, ni te acuestes después de comer. Acostarte o flexionarte con el estómago lleno agrava los síntomas. Es conveniente que duermas con la cabeza elevada. Procura comer varias comidas ligeras al día en vez de dos o tres abundantes, e incluye en tu dieta carnes magras, alimentos ricos en fibra, pescado, verduras (de preferencia al vapor o al horno), con poca grasa y/o salsas.
  • Mastica bien los alimentos, y come despacio.
  • Si el médico te ha recetado medicamentos para el reflujo ácido (Prilosec, Nexium, Prevacid, Zantac, Pepcid), tómalos regularmente para mantener bajo control el nivel del ácido estomacal.
  • No fumes.
  • Evita la cafeína, el alcohol, las comidas grasosas o muy condimentadas, los jugos cítricos y las bebidas gaseosas, ya que aumentan el reflujo ácido.
  • No uses cinturones ni prendas apretadas alrededor de la cintura.
  • Reduce el estrés en lo posible.
  • Es bueno que camines después de la comida para disminuir la acidez, pero nunca hagas ejercicios intensos con el estómago lleno.
¿Cuándo debes buscar ayuda médica?
Consulta al médico sin falta si padeces de acidez que no desaparece con los cuidados regulares con frecuencia, si tienes dificultad para tragar, si bajas de peso sin motivo aparente, vomitas sangre, presentas heces de color negro o muy oscuro o si sientes una sensación de ardor y dolor opresivo en el pecho.
Está en tus manos la posibilidad de reducir el riesgo de ser víctima del cáncer del esófago. Toma las precauciones indicadas para controlar los problemas de acidez si la padeces, y mantente alerta a cualquier síntoma sospechoso. Y si lo notas, o tienes dudas, acude enseguida al médico para que te revise y si existe, que detecte de inmediato cualquier anormalidad para que empieces el tratamiento antes de que el problema se agrave.

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