Una nueva cirugía para curar la ceguera

Una nueva cirugía para curar la ceguera






Gwen Kinkead
Una operación muy poco conocida devuelve la esperanza a las personas que perdieron la vista como resultado de quemaduras, lesiones con sustancias químicas o ácidos o algunas enfermedades no muy comunes.

La intervención quirúrgica, que es una variante de los trasplantes de córnea, consiste en implantar las células madre de un donante (o del ojo sano del paciente) en el ojo lesionado. Las células son extraídas del limbo, un borde que rodea a la córnea. Las células recubren la superficie de la córnea, ese epitelio que tiene un grosor de 50 micrones, para lograr que siga siendo una suerte de ventana transparente. Cuando una quemadura o enfermedad destruye a esas células madre del limbo, el epitelio genera una nube que causa la ceguera.

El trasplante de hasta un pequeño pedacito de limbo puede llevar a las células madre a hacer que vuelva a crecer un epitelio limpio, lo cual restablece la visión. Las células madre permiten que se recuperen hasta las córneas trasplantadas. El trasplante de córnea y de células madre se realizan, por lo general, uno inmediatamente después del otro cuando el daño de la córnea se extiende más allá del epitelio.

El descubrimiento de estas células hace 17 años y las pruebas clínicas, que confirman que éstas siguen trabajando en todo ojo que tenga el sistema lagrimal intacto, abrió una nueva era en la cirugía de ojos.

"Se trata de un progreso excepcional que, al menos en el corto plazo, permitió curar a varios pacientes" observó el doctor Richard Fisher, director del programa de enfermedades de la córnea en el Instituto Nacional de la Vista en Bethesda, Maryland (Estados Unidos).

Las células madre utilizadas en estas operaciones son de adultos, no fetales.

En los Estados Unidos, las autoridades calculan que se realizan todos los años 300 de estas operaciones pero que la cantidad de trasplantes va en aumento porque son la única alternativa a las córneas de plástico para casos terminales causados por quemaduras, accidentes industriales, lesiones producidas por las lentes de contacto y algunas raras enfermedades que producen ceguera. Para el caso de las operaciones que se realizan en un solo ojo, entre el 90 y el 100% de los pacientes recuperan la vista, ya que las propias células madre del ojo sano del paciente pueden ser trasplantadas en el otro enfermo sin que haya rechazo.

En pacientes ciegos en ambos ojos, los trasplantes de célula madre mantienen su eficacia en la mitad de los casos, debido principalmente a problemas de rechazo. En estos casos, las células madre se consiguen en bancos de ojos, o se utilizan las de familiares del paciente. Pero hay que administrar grandes cantidades de drogas para evitar el rechazo. Por otro lado, cuando ambos ojos están lesionados por enfermedades como la aniridia (falta congénita del iris), el síndrome de Stevens Johnson u otras, están dañadas las capas inferiores de la córnea y se necesitan varias operaciones antes de que se restablezca la visión.

De todos modos, hay algunos oftalmólogos que dicen que no piensan aceptar a los trasplantes de células madre del limbo de la córnea como un adelanto hasta que se realicen más estudios en cientos de pacientes que confirmen los resultados.

"Esto es tan nuevo que no sabemos si traerá aparejadas otras consecuencias o si se trata de una solución temporaria o per manente" señaló el Dr. Kirk Wilhelmus el Baylor College de Medicina en Houston.

TRADUCCION DE SILVIA S. SIMONETTI
clarin.com