domingo, 25 de marzo de 2012

El exceso de fármacos: más problema que cura




El exceso de fármacos: más problema que cura


por Doctora Aliza •



¿Sabes qué es la polifarmacia? Tal vez el término no te resulte familiar, pero probablemente conoces lo que significa. Es el uso de más medicamentos de los que en realidad requieres, y no sólo los que te receta el médico, sino también los que compras en la farmacia sin necesidad de receta o prescripción. Y el resultado de ese exceso puede ser peligroso para tu salud.

Los medicamentos son imprescindibles para prevenir, curar o aliviar las enfermedades, pero si los tomas a montones, puede ocurrir una interacción peligrosa entre ellos y aumentan las posibilidades de que tengas efectos secundarios nocivos. Mientras más medicamentos tomes, más se agudiza el problema. Y como los fabricantes presentan a diario nuevas píldoras con la promesa de alargar la vida o de aliviar una enfermedad, es difícil evitar la tentación de probarlas.

El exceso de medicamentos que se toman al mismo tiempo puede hacerle daño al organismo, o traer consecuencias negativas de tres modos diferentes. Estos son:

1. Interacción peligrosa de unos medicamentos con otros. Algunos medicamentos producen reacciones dañinas para la salud al actuar con otros. Ese riesgo crece a medida que aumentas la cantidad de medicamentos que tomas.

2. Dejar de tomar ciertos medicamentos recetados. Para algunos pacientes, sobre todo si son adultos de la tercera edad, puede resultar confuso cumplir las indicaciones para tomar varios medicamentos. Y muchas veces terminan dejando de tomar algunos o tomándolos esporádicamente, lo que puede ocasionar problemas de salud. Por ejemplo: si no tomas un antibiótico como te indican, en la dosis que te indican, durante el tiempo que te indica el médico, la bacteria puede desarrollar resistencia a ese antibiótico, se vuelve inmune a ese medicamento (ya no responde a él), lo que se traduce en un riesgo para tu salud y la de los demás .

3. Mayor riesgo de efectos secundarios. Todos los medicamentos tienen algún tipo de efecto secundario y, cuando se toman muchos, el riesgo es mayor. En algunos casos, es difícil determinar qué medicamento causó cada reacción, ya que los síntomas se confunden entre sí.

Para tratar de resolver o hacer más leves esos problemas, los investigadores están tratando de combinar medicamentos que funcionen bien juntos en una sola tableta. Así se minimizan las reacciones negativas, y se reduce el número de pastillas que el paciente debe tomar. Ese sistema ha dado buenos resultados, por ejemplo, en el tratamiento del VIH. Hace años, no era raro que un enfermo tomara muchas pastillas al día (en algunos casos más de 60), mientras que en la actualidad no suelen pasar de dos.

Hay varias medidas que puedes tomar para que la polifarmacia no te perjudique. Presta atención y ponla en práctica:
Lee la etiqueta completa del medicamento, lo mismo si es por receta que de venta libre. Fíjate en especial en los efectos secundarios, y si está contraindicado con cualquier otro medicamento que ya tomas.
Revisa con el médico y el farmacéutico la lista de medicamentos. Y habla con el médico si notas que alguno te hace sentir mal.
A no ser que el médico te indique otra cosa, toma los medicamentos con agua. Si los tomas con otro líquido (jugos de fruta, refrescos, etc.) el medicamento podría tener alguna una interacción con él. Y desde luego, nunca te lo tomes con bebidas alcohólicas.
Nunca tomes un medicamento recetado para otra persona. Aunque sea el mismo que tú tomas y para el mismo problema, tal vez la dosis sea distinta y te perjudique.

Es cierto que minimizar los riesgos de la polifarmacia requiere algún trabajo de tu parte, pero el esfuerzo vale la pena, porque tú mejor que nadie conoces cómo funciona tu cuerpo, y notas enseguida cómo reacciona ante un medicamento. Aclara cualquier duda que se tengas con el médico o con el farmacéutico. Y si notas algún síntoma extraño al empezar un nuevo medicamento, infórmaselo de inmediato a tu médico, quizá te recomiende cambiar la dosis o sustituirlo por otro similar, pero no lo suspendas sin consultar a tu médico.

Finalmente recuerda que también es importante notificarle a tu médico y a tu farmacéutico si estás tomando cualquier hierba o suplemento, estas también pueden tener interacciones con las medicinas ya sea recetadas o de venta libre. Por eso, entre las instrucciones que te dan cuando tomas medicinas te dicen si debes de tomarlas en ayunas o después de comer y si debes de evitar ciertos alimentos. Todo es importante cuando se trata de tu salud.

Cáncer en niños y artritis juvenil: ¿hay alguna relación?




Cáncer en niños y artritis juvenil: ¿hay alguna relación?


por Doctora Aliza •



La artritis tiende a ser un padecimiento de adultos. Cuando esta enfermedad crónica que afecta a las articulaciones y que también puede dañar otros órganos se produce en los niños menores de 16 años se dice que tienen artritis juvenil. Al respecto, una investigación reciente ha detectado que la tasa de cáncer entre los niños que sufren esa condición es cuatro veces más elevada que en otros niños.

La artritis reumatoide juvenil o simplemente artritis juvenil es una condición que, como en los adultos que padecen esta enfermedad, puede causar en los niños inflamación y rigidez en las articulaciones y algunas veces disminución en sus movimientos. Puede afectar cualquier articulación y en algunos casos, también puede dañar los órganos internos. Por eso puede repercutir en el crecimiento y el desarrollo de los niños que la padecen. Puede ser aguda (durando semanas) o crónica (durando meses). Es raro que en los niños dure para toda la vida, aunque sucede muy ocasionalmente.

Como si eso fuera poco, un estudio reciente ha encontrado que los niños que sufren artritis juvenil tienen más posibilidades de desarrollar cáncer. Esto no estaría necesariamente relacionado con los medicamentos que se utilizan para tratar la enfermedad de las articulaciones, como los inhibidores del factor de necrosis tumoral (FNT), que llevan una advertencia de “recuadro negro” sobre los riesgos potenciales asociados con estos fármacos.

En detalle, esta investigación que fue publicada en la edición en línea del 13 de febrero de la revista Arthritis & Rheumatism, indica que la tasa de cáncer entre los niños que sufren de artritis juvenil es cuatro veces más elevada que entre otros niños.

Para llegar a estos hallazgos, unos científicos de la Universidad de Alabama en Birmingham, en Estados Unidos, analizaron datos de niños bajo la cobertura de Medicaid de los cuales: 7.800 niños tenían artritis juvenil y los compararon con dos grupos: unos 650 mil niños con asma y casi 322 mil niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). El estudio se realizó entre los años 2000 y 2005.

Estos resultados representan una aproximación para entender esta enfermedad, pero los mismos investigadores advierten que todavía es necesario contar con nuevos hallazgos a gran escala y a largo plazo acerca de la asociación entre el cáncer, la artritis juvenil y su tratamiento.

Según un informe de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) del año 2008, uno de cada 250 niños en ese país tenía algún tipo de artritis. Los datos del estudio también indicaban que la artritis y otras condiciones reumáticas representan unas 827 mil consultas médicas al año y un promedio de 83 mil visitas a las salas de urgencias.

Si bien se desconoce la causa precisa de la artritis juvenil, que comienza antes de los 16 años de edad y puede durar varios años pero no necesariamente toda la vida, se piensa que es un trastorno autoinmune, es decir que el sistema de defensas del cuerpo se confunde y ataca a alguno de sus propios tejidos como si fuera un invasor externo, por ejemplo un virus o una bacteria.

En el caso de la artritis, esta afecta a las articulaciones y también puede dañar a otros órganos. Sea el daño que provoque se distinguen cinco tipos básicos de artritis juvenil:
1.Oligoartritis: representa alrededor del 50% de casos, afecta a menos de cinco articulaciones e incluye inflamación en los ojos.
2.Poliartritis: afecta a 5 o más articulaciones.
3.Artritis sistémica: representa del 10 al 20 por ciento de los casos y, además de la artritis, se caracteriza por fiebre alta, erupción (salpullido) cutánea e inflamación de otros órganos.
4.Artritis relacionada con entesitis: suele afectar a la columna vertebral, las caderas y los puntos de inserción de los tendones en los huesos (denominados entesis). Este tipo se da principalmente en varones mayores de 8 años de edad.
5.Artritis psoriásica: cuando la artritis se presenta en los niños junto con la erupción de la psoriasis.

Si tu niño tiene inflamación (hinchazón), dolor y rigidez en alguna articulación, como las rodillas, las manos o los pies, que no desaparecen con el tiempo y son más fuertes por la mañana o después de la siesta, puede tener artritis juvenil. No dejes pasar el tiempo, ni tus dudas. Consulta con tu médico para poder definir el diagnóstico y el tratamiento adecuado. Recuerda que además de ayudarle a mejorar el dolor, la artritis juvenil puede destruir la articulación y alterar su crecimiento. El tratamiento oportuno puede ayudar a prevenir y/o limitar el daño. El especialista para el tratamiento de la artritis es el reumatólogo. El reumatólogo trabaja en equipo con el pediatra y el fisioterapeuta (el que da la terapia física) para determinar el mejor tratamiento.

Dejar de fumar le evita a tu boca ¡la mitad de los problemas!




Dejar de fumar le evita a tu boca ¡la mitad de los problemas!


por Doctora Aliza •



Según un nuevo estudio desarrollado por investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (o CDC), se estima que dejar de fumar disminuye a la mitad las posibilidades de que tengas problemas en la salud de tu boca, entre los cuales se incluyen las caries, la enfermedad periodontal y el cáncer oral.

¡Sí!, “Fumar es perjudicial para la salud”. Lo saben todos los fumadores y lo leen cada vez que abren sus cajetillas de cigarrillos. Sin embargo, esa inscripción suele ser minimizada y son pocos los que en verdad toman conciencia del daño real que el tabaco puede hacerle al cuerpo. Lamentablemente, muchos se dan cuenta cuando ya es tarde, y se enferman o se enteran de que algún familiar o amigo se ha enfermado, a raíz de esta adicción.

Afortunadamente, también hay personas que logran vencer a este traicionero “compañero” y ni bien dejan de fumar comienzan a sentir los beneficios en su cuerpo. Andrea era de las que fumaba una cajetilla diaria, y al poco tiempo de dejar el hábito notó que su piel se volvía más brillante y juvenil. Descubrió además que mientras fumaba había perdido el sentido del olfato. Entonces comenzó a percibir nuevamente los aromas, que ahora son más intensos, y junto con ellos, también los sabores.

De los ejemplos como Andrea hay miles, pero más allá de las experiencias individuales, un nuevo estudio desarrollado por unos investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Los Estados Unidos ha comprobado que dejar de fumar podría reducir el riesgo de tener problemas de salud oral a la mitad.

Según este informe, que aparece en la edición de febrero de la publicación estadística Data Brief, del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS), los fumadores actuales tienen cuatro veces más probabilidades de desarrollar problemas orales que las personas que nunca han tenido el hábito, entre las cuales se incluyen las caries, la enfermedad periodontal y el cáncer oral.

Además, los investigadores encontraron que los fumadores de entre 18 y 64 años tienen casi 1,5 veces más probabilidades que los ex fumadores y dos veces más probabilidades que la gente que nunca ha fumado, de tener tres o más problemas de salud oral.

Lo que es preocupante de esta situación es que, si bien las personas que son fumadores actualmente reconocen la importancia de los problemas de la salud oral, más que los ex fumadores o los que nunca han fumado, en el estudio se mostraron menos propensos a visitar al dentista por un problema existente, generalmente debido a una cuestión de costo e imposibilidad económica de hacerlo.

En detalle, los investigadores reportaron que los fumadores tienen al menos el doble de probabilidades de no haber ido al dentista en cinco años, o de nunca haber ido, y que más de la mitad (56 por ciento) no podía los medios económicos para pagar el tratamiento o carecía de seguro.

Hay muchas razones para cuidar tus dientes y tu boca, y no sólo tienen que ver con la cuestión estética. La lengua y cada uno de los dientes tienen una función especial en la boca, que ayuda tanto para hablar como para la digestión. Además, los problemas de la salud oral pueden ser una señal de advertencia de alguna otra condición grave, como la diabetes, el VIH, una enfermedad cardiaca o un accidente cerebrovascular. Por eso es importante cuidar la salud de tu boca.

Si eres fumador, recuerda que está en tus manos dejar ese hábito tan nocivo para mejorar tu salud en general. El solo hecho de tomar la decisión ya es admirable. Recuerda que puedes tener altibajos y que no será una tarea sencilla. Sin embargo, existen muchas técnicas que te ayudan a lograrlo y, si lo necesitas, no sólo hay grupos de apoyo a los que puedes acudir, sino también medicinas que pueden facilitarte la tarea. Si este es tu caso, no dejes de consultarlo con tu médico, para que pueda recomendarte algún tratamiento que te ayude a dejar de fumar.

Y no bajes los brazos, si logras dejar de fumar no sólo estarás mejorando tu calidad de vida sino también alargando tus años de existencia. Por eso es tan admirable que tomes la decisión, y no sólo por lo que significa para ti y para tu salud, sino también por lo que implica para las personas que viven, trabajan y permanecen contigo cada día. ¡Adelante! Si al menos lo estás pensando, ya estás más cerca de cumplir tu meta.

Nuevo examen demuestra mayor exactitud en pronta detección del cáncer colorrectal




Los resultados de dos estudios plantean que un nuevo examen para detección del cáncer colorrectal, que se encuentra bajo investigación y fue desarrollado conjuntamente por Mayo Clinic y Exact Sciences Inc. de Madison en Wisconsin, es sumamente exacto y significativamente más sensible que otras pruebas no invasivas para detectar tumores precancerosos (adenomas) y cáncer en etapa inicial. Estos resultados conllevan implicaciones importantes para los médicos clínicos y decenas de miles de personas en Estados Unidos (y en el mundo). Una pronta detección es un factor fundamental para obtener mejores resultados en el cáncer colorrectal, enfermedad que afecta a 1 de cada 17 personas y es la segunda causa principal de muerte por cáncer en Estados Unidos.

El primer estudio, que se publicó en la edición de febrero de Gastroenterology, revela que un nuevo examen con múltiples marcadores para ADN en heces es sumamente exacto en la detección de pólipos precancerosos y cáncer colorrectal en etapa inicial. Este es el primer estudio ciego que se realiza a gran escala para medir la eficacia del nuevo examen.

El segundo estudio, que se publicó en la edición de marzo de Clinical Gastroenterology and Hepatology, revela que el examen de ADN en heces supera significativamente en exactitud al nuevo examen en plasma para identificar a los pacientes con pólipos precancerosos grandes o cáncer colorrectal, además de ofrecer menos resultados de falsos positivos.



“Los resultados obtenidos en estos estudios destacan el gran potencial de los exámenes de ADN en heces como medio para detectar el cáncer colorrectal”, señala el autor principal, Dr. David Ahlquist de Mayo Clinic, e investigador principal de ambos estudios. “Este examen, con su alta exactitud, puede mejorar las tasas de participación, gracias a las características más benévolas que ofrece a los pacientes. Se trata de un examen no invasivo que no requiere ninguna preparación intestinal, ni restricciones en los medicamentos, ni cambios alimenticios, y puede realizarse con muestras enviadas por correo, obviando la necesidad, el gasto y la inconveniencia de acudir al médico”.

El examen de ADN en heces busca marcadores genéticos específicos en las muestras de heces franqueadas por los pacientes. Si el resultado es positivo, el siguiente paso es una colonoscopia para extraer los pólipos a fin de prevenir la formación posterior de un cáncer, comenta el doctor Ahlquist.

El primer estudio destaca la exactitud del examen de ADN en heces

Bajo el título de “Examen de ADN en heces de siguiente generación para detectar neoplasia colorrectal: evaluación clínica precoz”, el primer artículo muestra los resultados del primer estudio realizado a gran escala para medir la exactitud del examen:
En los casi 400 casos, el examen de ADN en heces detectó 87 por ciento del cáncer colorrectal en etapa curable. Es importante mencionar que ni la ubicación, ni la etapa del tumor afectaron la sensibilidad de la detección.
El examen detectó la mayoría de los pólipos precancerosos grandes que tienen alto riesgo de avanzar hacia cáncer.
La sensibilidad fue de 64 por ciento para pólipos de más de 1 centímetro (cm), de 77 por ciento para aquellos de más de 2 cm, y de 92 por ciento para los que superaban los 4 cm.

“Estos datos demuestran la potencia del examen con múltiples marcadores para ADN en heces para alcanzar los objetivos fundamentales de la detección: el pre-cáncer y el cáncer en etapa inicial”, dice el otro investigador, Dr. Stephen Thibodeau, científico genético de Mayo Clinic. “Además, es importante mencionar que parece que este examen representa un medio inigualable, no invasivo y exacto de detectar pólipos grandes, ofreciendo la esperanza de realmente prevenir el desarrollo del cáncer”.

La segunda publicación compara los métodos de detección

El segundo artículo, titulado “Examen de ADN en heces frente a prueba del gen Septina 9 en el plasma” emplea los resultados del primer estudio para comparar las sensibilidades del examen de ADN en heces y de la prueba en el plasma de la forma metilada del gen Septina 9 (SEPT9) para identificar a los pacientes con adenomas grandes o cáncer colorrectal. Entre los puntos destacados están los siguientes:
El examen de ADN en heces detectó 82 por ciento de los pólipos precancerosos, frente a sólo 14 por ciento detectado por el gen Septina 9.
El examen de ADN en heces identificó 87 por ciento del cáncer en cualquier etapa, frente a 60 por ciento identificado por el gen Septina 9.
El examen de ADN en heces fue más eficaz incluso para detectar el cáncer en etapa curable (etapas I, II o III), pues encontró casi 91 por ciento de los casos, frente a solamente el 50 por ciento descubierto con el gen Septina 9.
La tasa de falsos positivos del gen Septina 9 fue casi cuatro veces mayor a la del examen de ADN en heces (27 por ciento frente a 7 por ciento).

“Fue importante comparar los exámenes frente a frente”, añade el Dr. Ahlquist. “Los resultados obtenidos son claros y coinciden completamente con la biología del marcador liberado. Las células cancerosas y precancerosas se desprenden hacia las heces y el examen de ADN en heces las detecta mucho antes de que el tumor invada el torrente sanguíneo, momento en que la prueba de detección del gen Septina 9 en el plasma puede detectarlas”.

A pesar de que se recomiende realizar una detección para cáncer colorrectal en todas las personas a partir de los 50 años, 60 por ciento de los pacientes reciben el diagnóstico cuando la enfermedad está en etapa avanzada, debido principalmente al incumplimiento de las recomendaciones. El examen es fundamental porque las tasas de supervivencia aumentan drásticamente cuando el cáncer colorrectal se detecta en las primeras etapas.

Protege tus dientes antes de recibir tratamiento para el cáncer


Si te han diagnosticado cáncer y estás en espera de recibir quimioterapia o radiaciones, ve sin demora al dentista. Cualquier problema en tus dientes o en tus encías puede agravarse y hasta reducir la efectividad del tratamiento.

Aunque Elena sabía que tenía problemas con su dentadura y con sus encías, se sorprendió cuando el oncólogo le dijo que debía ir a su dentista antes de empezar las radiaciones para combatir un cáncer oral. El dentista le recomendó que se extrajera algunos dientes, afectados por la infección y la pérdida de hueso de las encías, antes de empezar el tratamiento para que tuviera tiempo de sanarse, ya que las radiaciones agravarían el problema. Si esperaba a terminar el tratamiento, se arriesgaría a no sanar bien y a que se presentara osteonecrosis (muerte del hueso) en la boca.

De acuerdo con el National Cancer Institute, el tratar las infecciones de los dientes y las encías antes de la terapia y durante la misma, reduce la severidad y la frecuencia de las complicaciones que se pueden presentar. Estas complicaciones van desde problemas con dificultad para que el hueso o las encías sanen correctamente después de la radiación, hasta infecciones orales (en la boca) por bacterias que se extienden al resto del cuerpo, debido al debilitamiento del sistema inmunológico (el sistema de defensa) producido por la quimioterapia.

Además, las radiaciones en el área de la cabeza y el cuello pueden causar resequedad severa en la boca, con lo que se pierde el efecto protector de la saliva. Eso da lugar a que se empeoren las caries y a que se dañen los minúsculos vasos sanguíneos del hueso, que ayudan a que éste sane. Los gels, los atomizadores y los enjuagues bucales ayudan a mantener la humedad de la boca, pero no contienen los anticuerpos de la saliva.

La decisión de extraer los dientes o de no hacerlo antes de la radiación depende de la salud de los dientes, y de la condición del hueso y de las encías alrededor. También tiene que ver la cantidad de radiación que va a recibir el área alrededor del diente. La salud bucal es importante, porque la boca tiene una gran cantidad de bacterias, y si no la cuidas, corres el riesgo de que esas bacterias pasen al torrente sanguíneo.

Por eso se recomienda que todos los pacientes con cáncer se hagan examinar la boca al menos dos semanas antes de empezar el tratamiento. El chequeo comprende no sólo el examen de rayos X de los dientes, sino una revisión completa de las encías y el tratamiento de cualquier área irritada, como dientes partidos o infecciones crónicas.

Después de la quimioterapia o la radiación, es más difícil tratar esos problemas y los riesgos de desarrollar otras complicaciones aumentan. Los pacientes que tienen su sistema inmunológico debilitado pueden desarrollar infecciones, esto puede demorar el tratamiento contra el cáncer o hacer que se tenga que reducir la dosis de radiación que se de, lo que puede afectar las posibilidades de supervivencia. Lo ideal es que los problemas bucales sanen antes de empezar el tratamiento. Pero si es necesario realizar un tratamiento dental durante un ciclo de quimioterapia, es especialmente importante que haya coordinación entre el oncólogo y el dentista, quienes deben trabajar en equipo.

Los siguientes consejos te ayudarán a cuidar y a proteger tu dentadura antes y durante el tratamiento contra el cáncer:
Haz una cita con tu dentista al menos dos semanas antes de empezar el tratamiento de quimioterapia o radiación.
Pregúntale al oncólogo si debes de recibir tratamiento para el problema bucal que tienes antes de empezar la terapia.
Infórmale a tu dentista sobre tu tratamiento contra el cáncer. Si necesitas tratamiento dental durante la terapia, asegúrate de que tu dentista y tu oncólogo se mantengan en comunicación. El tratamiento dental debe llevarse a cabo cuando la cuenta de tus glóbulos blancos está elevado, para prevenir infecciones.
Pregúntale al oncólogo qué efectos secundarios puedes esperar del tratamiento contra el cáncer. Si es necesario, el oncólogo puede recetarte algún medicamento para estimular la producción de saliva, o un antiséptico que te ayude a manejar los efectos secundarios de la terapia.

Recuerda que tu salud bucal es parte de la salud de tu organismo. Si conservas sanos tus dientes y tus encías, no sólo contribuyes a que las terapias contra el cáncer sean más efectivas, sino que ayudas también a tu bienestar general después de que termine el tratamiento.
Fuente. vidaysalud

Un medicamento es capaz de frenar el cáncer de próstata en una etapa temprana





La dutasterida, un medicamento que actualmente se utiliza para combatir la inflamación de la glándula prostática, ha demostrado ser efectiva para retrasar el avance del cáncer de próstata cuando se detecta en su etapa inicial. Aquí te contamos más detalles sobre este hallazgo, y por qué es importante hacerse controles para detectar este cáncer.

La sola mención de la palabra cáncer causa una enorme angustia, y es que esta enfermedad ataca indiscriminadamente, sin importar ni el sexo ni la edad. En el caso de los hombres, el cáncer de próstata ocupa uno de los primeros puestos a nivel mundial: se estima que cada año se detectan alrededor de 900 mil casos de este cáncer y que, en ese mismo período de tiempo, el cáncer de próstata cobra la vida de alrededor de 260 mil hombres.

Según un nuevo estudio, publicado en la edición online del 25 de enero de la revista The Lancet, una droga denominada dutasterida (Avodart ®), que actualmente se utiliza para tratar a los hombres que sufren de la llamada hipertrofia prostática benigna o agrandamiento de la glándula prostática, podría ayudar a disminuir el desarrollo del cáncer de próstata, cuando se detecta en su etapa inicial.

De ese modo, también se podría evitar que los hombres deban someterse a un tratamiento agresivo que puede incluir una cirugía de la próstata, la cual puede ocasionar daños permanentes, como la dificultad para contener la orina o las heces, así como impotencia sexual.

Para llegar a estos resultados, un grupo de investigadores dirigidos por el especialista Neil Fleshner, del Hospital Princess Margaret en Toronto, Canadá, hizo un seguimiento durante tres años de la evolución de unos pacientes que tenían entre 48 y 82 años de edad, de 65 centros médicos académicos y clínicas de Norteamérica.

Los participantes fueron divididos en dos grupos al azar. Un grupo recibió un placebo y el otro grupo, dutasterida. Los investigadores pudieron entonces comparar los resultados y analizar los efectos de la droga. Por ejemplo, encontraron que en los tres años del estudio, el cáncer de la próstata había progresado en un 38 por ciento en los pacientes que fueron tratados con Avodart®, y en un 48 por ciento en los que recibieron el placebo.

La dutasterida se usa para tratar la hiperplasia prostática benigna, que se produce cuando se agranda la glándula prostática, que es el órgano masculino que participa en la producción del semen y que se localiza debajo de la vejiga, rodeando a la uretra, o sea, el tubo por el que la orina drena desde la vejiga para eliminarse del cuerpo. Cuando hay problemas con agrandamiento de la próstata, por ejemplo, puede ejercer presión sobre la uretra y causar dificultad para orinar, mayor frecuencia nocturna para orinar, necesidad urgente de orinar y a veces, hasta presencia de sangre en la orina.

La dutasterida pertenece a una clase de medicamentos llamados inhibidores de la 5-alfa reductasa. Funciona al bloquear la producción de una sustancia natural que agranda la próstata. Reduce la inflamación, alivia los síntomas (entre los cuales se destacan la necesidad de orinar con frecuencia o la dificultad para orinar), y disminuye las probabilidades de ser sometido a una cirugía para tratar esta enfermedad.

Si bien esta droga se utiliza para combatir el agrandamiento de la glándula prostática y ha demostrado ser eficiente para frenar el avance del cáncer de la próstata, es importante tener en cuenta que puede tener algunos efectos secundarios serios como:
Incapacidad para tener o mantener una erección
Disminución en el deseo sexual
Dificultad para eyacular
Sensibilidad o aumento en el volumen de las glándulas mamarias

Además de estos efectos secundarios, a algunos especialistas les preocupa el uso de los medicamentos que inhiben la 5-alfa reductasa. Incluso la Food and Drug Administration (Administración de Medicamentos y Alimentos) de los Estados Unidos, recientemente emitió un aviso acerca de que los hombres bajo tratamiento con estos medicamentos para reducir una próstata agrandada, podrían tener mayor riesgo de desarrollar un cáncer prostático de alto grado.

Por eso, antes de comenzar un tratamiento con esta droga, asegúrate de que un especialista evalúe tus condiciones urológicas. Mejor aún, pide una consulta con otros profesionales para escuchar más de una opinión calificada, y así, en base a tu situación particular, puedas elegir el tratamiento más conveniente para ti.